Réplica del HM Endeavour. Foto: David Mandelberg, Australian National Maritime Museum.

Una investigación arqueológica de 25 años confirma la ubicación del navío HMS Endeavour que capitaneó James Cook en su primera gran expedición al sur del Pacífico.

Después de más de dos décadas de intensa investigación, el Museo Marítimo Nacional de Australia (ANMM) ha presentado un informe que confirma con “altísima probabilidad” la identificación del HMS Endeavour, el célebre navío del Capitán James Cook, en el sitio arqueológico denominado RI 2394, bajo las aguas del puerto de Newport, en Rhode Island. Este hallazgo histórico cierra un misterio de siglos y rescata la memoria de una embarcación que desempeñó un papel crucial en la exploración y la colonización de Oceanía y América.

De carbonero a buque de exploración

Originalmente un carguero de carbón llamado Earl of Pembroke, construido en Whitby, Inglaterra, en 1764, no estaba destinado a la grandeza. Sin embargo, su robustez y estabilidad lo hicieron ideal para la expedición de descubrimiento británica. En 1768, tras una remodelación significativa, se transformó en el buque insignia de una misión científica liderada por el entonces teniente James Cook, cuyo objetivo inicial era observar el tránsito de Venus desde Tahití. No obstante, esta misión astronómica se convirtió en una expedición de exploración sin precedentes por la cuenca del Pacífico.

Cook trazó mapas detallados de las costas de Nueva Zelanda y de la inexplorada costa este de Australia, reclamándolas para la Corona británica. Si bien su viaje fue aclamado en Europa como un logro ilustrado, para los pueblos originarios del Pacífico significó el inicio de un proceso de colonización que alteró irreversiblemente sus territorios y culturas.

Del olvido a la prisión y el hundimiento

Tras su regreso a Inglaterra en 1771, el Endeavour cayó en el olvido. Fue vendido, rebautizado como Lord Sandwich, y reconvertido en barco de transporte y prisión durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Su destino final llegó en 1778, durante el asedio de Newport por las fuerzas franco-americanas, cuando el Lord Sandwich fue uno de los trece buques hundidos intencionalmente por la marina británica como parte de una estrategia de bloqueo del puerto. Ahí, en las turbias aguas de Rhode Island, comenzó su “segundo largo viaje”: el de la espera hasta su redescubrimiento.

Un camino de dos décadas hacia la identificación

El proyecto de identificación del pecio comenzó en 1999, liderado por el ANMM en colaboración con el Rhode Island Marine Archaeology Project (RIMAP). Durante años, los arqueólogos investigaron múltiples sitios en la bahía de Newport, pero fue en el sitio RI 2394 donde las pruebas comenzaron a converger de manera decisiva.

La investigación combinó estudios subacuáticos, análisis de materiales y comparaciones minuciosas con los planos originales del Endeavour fechados en 1768. Las claves de la identificación incluyeron la disposición del pozo de bombas, el uso de madera de roble blanco —común en la construcción naval británica del siglo XVIII— y, crucialmente, una característica singular en la quilla que coincidía exactamente con las dimensiones y el tipo de empalme descritos en los documentos históricos del barco. La disposición interna del casco, la ubicación de los mástiles y la forma de los elementos estructurales también revelaron una alineación casi milimétrica con los planos originales conservados en archivos británicos.

El equipo arqueológico estableció un conjunto de diez criterios para evaluar la identidad del pecio, incluyendo el tipo de maderas, las dimensiones, las modificaciones estructurales y la evidencia de que el barco fue hundido deliberadamente. El RI 2394 cumplió de manera sobresaliente con todos estos criterios.

Aunque inicialmente hubo ciertas reservas por parte de algunos expertos estadounidenses sobre la atribución definitiva, el informe final, titulado “Locating HMB Endeavour: Archaeological Identification of Shipwreck Site RI 2394 in Newport Harbor, Rhode Island”, zanja la cuestión con una conclusión contundente: el conjunto de evidencias arqueológicas e históricas apunta “sin ambigüedad” a que se trata del mítico barco de James Cook. Este descubrimiento no solo reescribe un capítulo importante de la historia marítima, sino que también ofrece una oportunidad invaluable para entender mejor las repercusiones de la era de la exploración.

Con información de ANMN

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.