Juristas romanos y Justiniano I, reimaginados. Imagen: IA / Prompt: Danny Ayala Hinojosa

El derecho, tal como lo conocemos hoy en día, tiene raíces profundas que se remontan a la República e Imperio Romano, y al Imperio Bizantino, dejando un legado arquitectónico impresionante pero también un sistema legal que sigue influenciando el mundo moderno. En este artículo, exploraremos la historia del derecho a través de siete figuras clave. Estos juristas, cada uno a su manera, moldearon las leyes con su ingenio, retórica y determinación, creando un impacto que trasciende los siglos.

En el Reino de Roma, el derecho se basaba principalmente en el mos maiorum (la costumbre de los ancestros) y era administrado por los pontífices, quienes eran los conocedores e intérpretes del derecho. No existían juristas en el sentido moderno, pero los reyes y los pontífices desempeñaban un papel fundamental en la creación e interpretación de las normas. La jurisprudencia era, en esta etapa, un monopolio sacerdotal.

Quinto Mucio Escévola: El fundador del Derecho Civil Romano

Quinto Mucio Escévola (Cónsul en el 95 a.C.). conocido como “el Pontífice”, y considerado el fundador del derecho civil romano, fue el primero en redactar un tratado sistemático de derecho civil durante la República de Roma basado en la tradición jurídica de la República y parte de la tradición pontificia anterior. Su obra fue fundamental para la formación de juristas posteriores y para la sistematización del derecho. Su influencia se conoce a través de las referencias y comentarios de juristas posteriores, especialmente en el Digesto de Justiniano. Su obra cumbre fue Ius Civile (o Libri Iuris Civilis). Fue el primer tratado sistemático de derecho civil en Roma, estructurando la materia de una manera lógica y coherente.

Cicerón: El Maestro de la Palabra

Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.) fue un orador y abogado que demostró que la palabra podía ser tan poderosa como cualquier prueba. Un caso famoso que defendió fue el de Sextus Roscius, acusado de matar a su padre en un tiempo de persecuciones políticas bajo el dictador Sila. Sin pruebas a favor, Cicerón usó su habilidad retórica para señalar las injusticias del sistema y desviar la culpa hacia el sistema. Aunque no derribó el estado, su defensa pública marcó un precedente: el derecho podía ser un arma para cuestionar la autoridad. Su legado vive en cómo seguimos valorando los argumentos persuasivos en los tribunales.

Papiniano: el príncipe de los juristas

Emilio Papiniano (c. 142 – 212 d.C.) Considerado por muchos como el “príncipe de los juristas” y el más grande de la época clásica, Papiniano fue un jurista de enorme autoridad y profundo conocimiento. Su reputación se basa en su profundo razonamiento jurídico, su imparcialidad y su brillantez en la resolución de casos complejos. Sus Responsa y Quaestiones son célebres por su sutileza y su razonamiento jurídico. Fue prefecto del pretorio bajo Septimio Severo. Ocupó cargos importantes, como el de magister libellorum (encargado de las peticiones al emperador) y prefecto del pretorio bajo el emperador Septimio Severo

Ulpiano: El Escritor Silencioso

Domitio Ulpiano (c. 170-223 d.C.) era un jurista que prefirió la pluma a la retórica a gritos. Escribió extensamente sobre leyes, dejando un cuerpo de trabajo tan vasto que se dice que incluye cientos de tratados y millones de palabras. Aunque las cifras exactas son difíciles de verificar, su influencia es innegable. Sus escritos, preservados en el *Digest* (parte del Corpus Juris Civilis), ayudaron a estructurar el derecho romano y siguen siendo la base de los sistemas legales de muchos países europeos, incluso 1800 años después. Ulpiano demostró que la ley podía construirse con paciencia y precisión.

Paulo: El Misterio Retórico

Julio Paulo (c. siglo II-III d.C.) es un jurista menos conocido, pero se le atribuye la habilidad de defender causas difíciles con un giro ingenioso del lenguaje. Se cuenta que defendió a alguien acusado de adulterio, un caso donde todos solían asumir la culpa (vamos, era Roma), y logró una absolución haciendo que el juez se sintiera héroe al perdonar al acusado. Sin embargo, no hay evidencia histórica específica de este caso, sugiriendo que podría ser una historia exagerada para ilustrar el poder de la retórica romana. Paulo representa cómo los abogados de la época a veces priorizaban la estrategia por sobre los hechos.

Gayo: El Ordenador del Caos

Gayo (c. 130-180 d.C.) fue un académico que enfrentó el desorden de las leyes romanas, un bagaje escrito y tradición oral de centurias. En su obra Instituciones, dividió el derecho en categorías claras: personas, cosas y acciones. Aunque se dice que lo hizo con “cuatro frases”, esto es más bien una forma poética de hablar; su texto fue detallado y completo. Redescubierto en la Edad Media, este manual sobrevivió a imperios, guerras y cambios religiosos, convirtiéndose en una piedra angular para el derecho moderno. Gayo nos enseñó que la simplicidad puede ser la clave para entender leyes complejas.

Justiniano: El Arquitecto del Derecho Moderno

Justiniano I (482-565 d.C.), emperador bizantino no un jurista en estructo sentido, quiso reformar un sistema legal fragmentado, recordemos que para entonces los precedentes legales abarcaban ya centurias y dos imperios, el romano de Occidente y el Bizantino o Imperio Romano de Oriente. No escribió las leyes desde cero, como a veces se exagera, pero encargó a los mejores juristas la creación del Corpus Juris Civilis (529-534 d.C.), una recopilación y actualización de las leyes romanas. Este trabajo no solo reemplazó códigos antiguos, sino que sentó las bases del derecho civil que rige en muchos países hoy. Justiniano transformó su reinado en un hito histórico, mostrando que un líder visionario puede dejar un legado legal duradero, recordemos que luego de Justiniano el imperio Romano de Oriente habría de durar casi mil años más.

Un Legado que Perdura

Estos siete juristas, aunque distintos en estilo y época, compartían una habilidad para moldear la percepción del derecho. No siempre actuaron con ética impecable, pero su dominio de la retórica y la organización cambió la historia del derecho. Desde las cortes romanas hasta los sistemas legales modernos, su influencia se siente en cómo entendemos la justicia.

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.