Impacto de planetoide a Neptuno. Imagen: IA / Prompt: Danny Ayala Hinojosa

Astrónomos han revelado cómo Urano, el enigmático gigante de hielo de nuestro sistema solar, terminó girando sobre su costado y creando cinco lunas mayores que siguen la misma dirección.

Un estudio reciente, presentado en la Reunión de Otoño de la Unión Geofísica Americana (AGU) por el investigador Jacob Kegerreis de la Universidad de Durham, sugiere que hace entre 3 y 4 mil millones de años, un cuerpo celeste de aproximadamente el doble del tamaño de la Tierra impactó contra Urano, dejando al planeta en su peculiar orientación y explicando otras de sus singularidades.


La singularidad de Urano en el Sistema Solar

Todos los planetas de nuestro sistema solar giran en la misma dirección, un vestigio del movimiento inicial de la vasta nube de gas y polvo de la que se formaron. Sin embargo, Urano es una excepción notable, inclinado unos 98 grados con respecto a su eje orbital. “Nuestros hallazgos confirman que el resultado más probable fue que el joven planeta Urano sufrió una colisión cataclísmica con un objeto dos veces el tamaño de la masa de la Tierra, si no más grande, derribándolo de lado y poniendo en marcha los eventos que ayudaron a crear el planeta que vemos hoy”, afirmó Jacob Kegerreis.

Para llegar a estas conclusiones, el equipo de Kegerreis utilizó simulaciones de hidrodinámica de partículas suavizadas (SPH), un método computacional avanzado. Realizaron más de 50 escenarios de impacto diferentes con una supercomputadora para recrear las condiciones que pudieron haber moldeado la evolución del planeta. Los resultados de estas simulaciones no solo explican la inclinación de Urano, sino también otras de sus características únicas:

  • Lunas en el mismo plano: Las cinco lunas más grandes de Urano también giran sobre su costado, lo que sugiere que se formaron a partir de un anillo de escombros creado por la colisión.
  • Campo magnético asimétrico: El campo magnético de Urano está descentrado y no emana de sus polos, otra posible consecuencia del impacto.
  • Falta de flujo de calor interno: Urano es el único planeta donde el calor interno no escapa de su núcleo. La simulación indica que gran parte del hielo y la energía del objeto impactante se depositaron en una capa caliente y de alta entropía a un radio de 3 veces el radio de Urano, lo que podría explicar esta anomalía térmica.
Simulación matemática visual del impacto sobre Urano. Imagen: Jacob Kegerreis, Durham University

Un vistazo al pasado violento del Sistema Solar

Este estudio se suma a la creciente evidencia de que los impactos masivos han jugado un papel crucial en la configuración de nuestro sistema solar. Ejemplos como el bombardeo intenso tardío en la Tierra o la formación de la Luna a partir de una colisión entre la Tierra y un protoplaneta llamado “Tea”, resaltan la naturaleza dinámica y a menudo violenta de los primeros días de nuestro vecindario cósmico.

Aunque Urano y Neptuno son los planetas menos estudiados de nuestro sistema, con solo breves visitas de la Voyager 2 en la década de 1980, este tipo de investigaciones basadas en observación y simulación computacional son vitales para desvelar sus secretos. A medida que la comunidad científica espera futuras misiones dedicadas a estos gigantes de hielo, cada nuevo hallazgo nos acerca a una comprensión más completa del universo en el que vivimos.

Con información de AGU

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.