Un estudio publicado en la revista Psychological Science ha revelado que este fármaco no solo reduce la sensibilidad al dolor físico y a estímulos negativos, sino que también disminuye la evaluación positiva de experiencias agradables.
El estudio, liderado por Geoffrey R. O. Durso, Andrew Luttrell y Baldwin M. Way del Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Ohio, se basa en la idea de “susceptibilidad diferencial”, que sugiere que la reactividad a estímulos negativos y positivos puede verse influida por un mismo factor. En dos experimentos, participantes que tomaron acetaminofén evaluaron imágenes desagradables como menos negativas y imágenes agradables como menos positivas, en comparación con aquellos que recibieron un placebo. Además, calificaron tanto los estímulos negativos como positivos como menos emocionalmente estimulantes, mientras que las evaluaciones no relacionadas con el valor (como la saturación de color en las imágenes) no se vieron afectadas.
Utilizando imágenes del International Affective Picture System (IAPS), los investigadores encontraron que el acetaminofén tiene un efecto general de atenuación en el procesamiento evaluativo y emocional de los individuos, independientemente de si el estímulo es negativo o positivo. Estos hallazgos sugieren que el medicamento podría influir en cómo procesamos emociones en general, más allá de su uso tradicional como analgésico.
“Este descubrimiento amplía nuestra comprensión de cómo los analgésicos comunes afectan no solo el cuerpo, sino también la mente”, comentó Geoffrey R. O. Durso, autor principal del estudio. Aunque el acetaminofén sigue siendo una opción segura y efectiva para aliviar el dolor y la fiebre cuando se usa correctamente, los expertos enfatizan la importancia de considerar sus efectos secundarios en el bienestar emocional.
Recomendaciones médicas
Antes de tomar acetaminofén, consulte siempre a un profesional de la salud, especialmente si tiene condiciones preexistentes como problemas hepáticos o consume alcohol regularmente, ya que puede causar daño al hígado en dosis altas. No exceda la dosis recomendada (generalmente 3-4 gramos al día para adultos) y evite su uso prolongado sin supervisión médica. Si experimenta cambios en el estado de ánimo o reducción en la percepción emocional, suspenda el medicamento y busque consejo profesional. Recuerde que no es un sustituto de tratamientos para trastornos emocionales y debe usarse solo para fines indicados.
Con información de Psychological Science

