Investigadores suecos confirman que el cerebro adulto genera nuevas neuronas en el hipocampo, región clave para memoria, aprendizaje y emociones.
Un debate fundamental en la ciencia que se extendió por décadas ha llegado a su fin. Un nuevo y crucial estudio del Instituto Karolinska de Suecia, publicado en la prestigiosa revista Science, ha confirmado que el cerebro humano adulto no es un órgano estático, sino que conserva la capacidad de producir nuevas neuronas de manera continua a lo largo de toda la vida.
El hallazgo se centra en el hipocampo, una de las regiones más importantes del cerebro, fundamental para la memoria, el aprendizaje y las emociones.
Liderada por Jonas Frisén, profesor de Investigación de Células Madre del Instituto Karolinska, la investigación demuestra de forma concluyente la existencia de células progenitoras neuronales en el hipocampo adulto. Estas células son las precursoras directas de las neuronas maduras, un proceso conocido como neurogénesis.
“Hemos podido identificar estas células de origen, lo que confirma que hay una formación continua de neuronas en el hipocampo del cerebro adulto,” afirmó Frisén.
Implicaciones médicas importantes
Este descubrimiento redefine la comprensión de la plasticidad cerebral, la capacidad de adaptación y cambio del cerebro. Pero sus implicaciones más profundas residen en el ámbito médico.
El hipocampo es una de las principales áreas afectadas por enfermedades como el Alzheimer y diversos trastornos psiquiátricos. Al confirmar un mecanismo natural de regeneración, el estudio abre una puerta prometedora para el desarrollo de tratamientos regenerativos que busquen estimular esta capacidad innata para contrarrestar la pérdida neuronal.
El equipo del Instituto Karolinska analizó muestras de cerebros humanos de individuos entre 0 y 78 años, utilizando avanzadas técnicas de biología molecular y algoritmos de aprendizaje automático, lo que permitió reconstruir con detalle las etapas del desarrollo neuronal.
Este enfoque de vanguardia no solo reconfigura nuestra visión de la madurez cerebral, sino que proporciona una pieza clave para comprender el potencial de reparación del órgano más complejo del cuerpo humano, ofreciendo una nueva esperanza en la lucha contra las patologías neurodegenerativas.
Con información de Instituto Karolinska de Suecia

