Un estudio ha desafiado la creencia popular de que tener más años de educación protege contra el deterioro cognitivo asociado a la edad.

La investigación, publicada en Nature Medicine, concluye que si bien la educación formal mejora el rendimiento cognitivo en la juventud, no ralentiza el ritmo de su declive con el paso del tiempo.

El estudio de gran envergadura, con participación del Institut Guttmann y la Universidad de Barcelona, , liderado por la Universidad de Oslo, es uno de los más completos y generalizables realizados hasta la fecha. Analizó datos de más de 170,000 personas mayores de 50 años, procedentes de 27 grupos de investigación de Europa, América, Asia y Australia, con un seguimiento de hasta 28 años, en el marco del consorcio europeo Lifebrain. Los investigadores examinaron más de 420,000 evaluaciones neuropsicológicas y pruebas cerebrales, con seguimientos de hasta 28 años. El Institut Guttmann y la Universidad de Barcelona fueron las instituciones españolas en participar, aportando datos de 966 participantes de su cohorte Barcelona Brain Health Initiative (BBHI).

A lo largo de la investigación, los participantes realizaron pruebas de memoria, razonamiento, velocidad de procesamiento y lenguaje. Además, 6,472 personas se sometieron a resonancias magnéticas cerebrales para analizar el volumen de su cerebro y de regiones clave para la memoria, como el hipocampo.

Según David Bartrés-Faz, investigador principal en el BBHI y la UB, la educación te pone en una mejor posición de salida, pero una vez que la carrera del envejecimiento empieza, “te enfrentas a los mismos obstáculos que todos los demás”. Gabriele Cattaneo, investigadora del BBHI, añade que el cerebro envejece “de una manera muy similar en la mediana y tercera edad, sin importar el nivel educativo”.

Los resultados llaman a un enfoque más amplio e integral para las políticas de salud pública y las estrategias de bienestar cerebral. Javier Solana, Director de Investigación del Institut Guttmann, destaca que la educación es importante, “pero no es suficiente”. Es esencial un enfoque multifactorial que incluya actividad física, estimulación cognitiva continua, participación social y la prevención de factores de riesgo vascular a lo largo de toda la vida.

Con información de Institut Guttman

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.