Gusanos tubícolas, poliquetos, cangrejo y mejillones hallados en Fava Flow Suburbs. Imagen: IA / insumo: Schmidt Ocean / prompt: Danny Ayala Hinojosa Gusanos tubícolas, poliquetos, cangrejo y mejillones hallados en Fava Flow Suburbs. Imagen: IA / insumo: Schmidt Ocean / prompt: Danny Ayala Hinojosa

Un nuevo estudio ha descubierto la existencia de vida animal en las cavidades poco profundas de la corteza debajo de las chimeneas hidrotermales submarinas.

Científicos de diversas instituciones, liderados por un equipo del Instituto Real Neerlandés para la Investigación del Mar, plantearon la hipótesis de que las larvas de gusanos tubícolas podrían viajar a través del subsuelo para colonizar nuevos sitios. Para probar esta idea, utilizaron un vehículo operado por control remoto (ROV) para levantar placas de lava lobulada cerca del sitio de ventilación hidrotermal Fava Flow Suburbs, en la Dorsal del Pacífico Oriental.

Lo que alguna vez se creyó que era un reino exclusivo de microbios y virus ha revelado un sorprendente secreto. El descubrimiento fue extraordinario: encontraron gusanos tubícolas adultos y otros animales de chimenea en las cavidades llenas de fluido debajo del lecho marino. Esto demostró por primera vez que las comunidades de fauna del fondo marino y el subsuelo están directamente conectadas.

Diversidad inesperada y dispersión de especies

Los investigadores hallaron una variedad de especies en este hábitat subterráneo, incluyendo:

  • Gusanos tubícolas (Oasisia alvinae y Riftia pachyptila): Se encontraron ejemplares adultos de hasta 50 cm de largo, con individuos que presentaban esperma o huevos, lo que sugiere que la reproducción puede ocurrir en estas cavidades.
  • Gusanos poliquetos: Se observaron especies como Paralvinella spp., Nicomache arwidssoni y Nereis sandersi.
  • Caracoles y lapas: Se encontraron especies móviles como Lepetodrilus spp. y la semi-sésil Neomphalus fretterae.

El estudio propone un nuevo modelo de dispersión larval. En lugar de ser transportadas solo por las corrientes oceánicas, las larvas pueden ser arrastradas por el agua de mar hacia la corteza terrestre a través de un “sistema de circulación”. En estas cavidades, encuentran un hábitat transitorio o permanente, lo que les permite colonizar fisuras en la lava o emerger en el fondo marino para establecer nuevas colonias.

El descubrimiento de un ecosistema animal en el subsuelo plantea interrogantes sobre la conectividad entre el subsuelo y la superficie del fondo marino, crucial para mantener la biodiversidad local y regional.

Estos hallazgos demuestran que la biosfera animal es más grande de lo que se creía y refuerzan la urgencia de proteger las chimeneas hidrotermales ante posibles impactos antropogénicos, como la minería en aguas profundas.

Con información de Nature Communications y Schmidt Ocean.

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.