Fundición de metal en la edad edad del hierro Polonia. Imagen: IA / prompt: Danny Ayala HinojosaFundición de metal en la edad edad del hierro Polonia. Imagen: IA / prompt: Danny Ayala Hinojosa

Un estudio reciente ha revelado que hace 2500 años, en la Edad del Hierro, existía una impresionante red comercial que unía el norte de Europa con el sur de la Península Ibérica.

La evidencia clave es el “Tesoro de Jodłowno”, un depósito de 68 objetos metálicos descubierto en Polonia, cuyo cobre ha sido rastreado hasta minas en las provincias de Córdoba y Jaén, España. El análisis de isótopos de plomo, una técnica que actúa como “huella dactilar geológica”, confirmó el origen español de los artefactos. Esto demuestra que el metal recorrió una distancia de miles de kilómetros, probablemente a través de una ruta marítima atlántica, en forma de lingotes o barras en bruto.

Una vez en el Báltico, el material fue transformado por artesanos locales en objetos con un estilo regional distintivo, como los collares y anillos de tobillo encontrados en el tesoro.

Sofisticación metalúrgica y ritual

El hallazgo no solo confirma la existencia de un comercio de larga distancia, sino que también revela una comprensión metalúrgica avanzada. Los investigadores identificaron cinco grupos de aleaciones, lo que demuestra que los artesanos seleccionaban los metales intencionadamente. Utilizaban, por ejemplo, cobre con alto contenido de plomo para mejorar la fluidez en la fundición de piezas complejas, y barras de bronce para la forja.

En el grupo de 54 objetos hallados de cobre con impurezas naturales como arsénico, antimonio, plata, níquel, y un alto contenido en plomo usado para crear piezas de fundición complejas y de paredes finas, como los anillos de tobillo, sin que las otras impurezas afectaran a la calidad.

Otro grupo de objetos lo conforman nueve barras de bronce (aleación de cobre y estaño), era ideal para ser forjado, como demuestran las cuatro cuchillas encontradas de esta aleación, que muestran claras marcas de haber sido trabajadas a martillo. Un último grupo de objetos lo constituyen tres barras con un alto contenido en antimonio, un elemento que endurece el cobre y lo hace adecuado para un trabajo de conformación extenso.

La firma química de las impurezas (arsénico, antimonio, plata, níquel) es consistente entre las barras con y sin plomo, sugiriendo un origen mineralógico común, probablemente localizado en la Península Ibérica.

Parte del tesoro de la Edad del Hierro encontrado en Polonia. Foto: M. Gólczyński
Parte del tesoro de la Edad del Hierro encontrado en Polonia. Foto: M. Gólczyński

Además, el tesoro fue depositado con una organización y ritualidad notables. Varios objetos fueron encontrados envueltos juntos con cuerdas de fibra de tilo, un material resistente, lo que evidencia una agrupación deliberada por tipo de metal. Esta disposición cuidadosa sugiere que la persona que depositó el tesoro no era un simple comerciante, sino un experto metalúrgico que entendía el valor y las propiedades de cada pieza.

Este descubrimiento substancia que las comunidades de la Edad del Hierro de Pomerania no estaban aisladas, sino que formaban parte de un sistema de comercio paneuropeo, tecnológicamente astuto y conectado, mucho más avanzado de lo que se creía.

Con información de Archaeometry 

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.