Atmósfera de Venus. Imagen: IA / Prompt: Danny Ayala HinojosaAtmósfera de Venus. Imagen: IA / Prompt: Danny Ayala Hinojosa

Un equipo internacional de científicos ha descubierto cambios en el tiempo en la temperatura de las nubes superiores de Venus, utilizando imágenes capturadas por los satélites meteorológicos japoneses Himawari-8 y 9.

Estos satélites, diseñados para observar el clima terrestre, han estado fotografiando accidentalmente a Venus cuando este planeta aparece cerca del borde de la Tierra en el cielo, desde julio de 2015 hasta febrero de 2025. Este nuevo enfoque proporciona datos valiosos sobre la dinámica atmosférica de Venus, como las mareas térmicas y las ondas planetarias, que son clave para entender su atmósfera densa y extrema.

El estudio, publicado en la revista Earth, Planets and Space, fue liderado por Gaku Nishiyama del Instituto Alemán de Investigación Planetaria (DLR), junto con colaboradores de Japón, Alemania, Francia y otros países. Los investigadores archivaron todas las imágenes de Venus tomadas por Himawari y calcularon las temperaturas de brillo normalizadas del disco del planeta. Al comparar estos datos con observaciones de las misiones espaciales Akatsuki (de Japón) y BepiColombo (de Europa), encontraron discrepancias: la cámara infrarroja de largo alcance (LIR) de Akatsuki subestima la radiancia infrarroja en un 15-17%, lo que debe tenerse en cuenta en análisis futuros.

Uno de los hallazgos principales es que las temperaturas varían en escalas de días a años. Por ejemplo, al analizar las temperaturas en diferentes horas locales de Venus, se observaron cambios en las mareas térmicas, especialmente al amanecer, donde las temperaturas no fueron constantes entre 2015 y 2024. Esto sugiere variaciones en la amplitud de las mareas térmicas diurnas. Además, la amplitud de las ondas Rossby de 5 días (un tipo de onda atmosférica) disminuye a altitudes de 68 km o más, como predicho por modelos numéricos. Sin embargo, esta dependencia con la altura varió entre 2015 y 2024, posiblemente debido a cambios en la estabilidad estática de la atmósfera, detectados en las mediciones de Himawari.

Estos resultados destacan cómo los satélites meteorológicos pueden actuar como “ojos adicionales” para monitorear Venus desde la Tierra, complementando misiones espaciales limitadas en tiempo y bandas espectrales. Aunque las observaciones de Himawari son de una sola banda, ofrecen una visión continua de una década, algo escaso en las exploraciones planetarias. Los autores sugieren que esto podría ayudar en calibraciones de instrumentos para futuras misiones y telescopios terrestres, mejorando nuestra comprensión de la atmósfera venusiana y fenómenos relacionados.

Con información de Earth, Planets and Space

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.