Meteorito Northwest Africa NWA-12264.

Se pensaba que los planetas interiores de nuestro sistema solar se formaron primero antes que los cuerpos exteriores, pero un reciente descubrimiento en un meteorito pone a prueba esa idea.

Este estudio se centra en un meteorito muy especial llamado Northwest Africa 12264. Esta roca de 50 gramos es una “dunita” un meteorito con un tipo de material del manto de un planeta pequeño que contiene el mineral olivino, mineral encontrado también en el manto de la Tierra. Lo interesante es que este meteorito provino del sistema solar exterior.

Un análisis más detallado de sus isótopos de oxígeno y cromo reveló que el meteorito se originó en las regiones exteriores de nuestro Sistema Solar. Sorprendentemente, NWA 12264 proporciona la primera evidencia directa de un manto rico en olivino de un cuerpo que se formó en el Sistema Solar exterior y posteriormente destruido. Este descubrimiento apoya la idea de que los planetas rocosos diferenciados, aquellos con núcleos, mantos y cortezas, también se formaron en el Sistema Solar exterior, no solo en las regiones internas, como se creía anteriormente.

Usando técnicas de datación geocronológica, los científicos descubrieron que NWA 12264 es increíblemente antiguo, incluso más que cualquier otra roca del sistema solar exterior que se había analizado antes. Sus edades de 4569.8±4.6 millones de años y 4564.44±0.30 millones de años sugieren que el cuerpo del que provino este meteorito se formó y se rompió al mismo tiempo que los planetas del sistema solar interior.

Esto demuestra que la formación de planetas no fue un proceso secuencial de adentro hacia afuera, sino que ocurrió al mismo tiempo, tanto cerca del Sol como en las regiones exteriores. Es una revelación importante que nos ayuda a entender cómo nuestro vecindario cósmico tomó forma.

protoplanetas en formación. Imagen: IA / prompt: Danny Ayala Hinojosa
protoplanetas en formación. Imagen: IA / prompt: Danny Ayala Hinojosa

¿Cómo se fechan los meteoritos de hace millones de años?

Los análisis geocronológicos son como una máquina del tiempo para los geólogos. Se basan en el principio de que ciertos elementos químicos en las rocas se descomponen (se desintegran) de forma muy predecible a lo largo del tiempo. Al medir la cantidad del elemento “padre” y la del “hijo” (el resultado de la desintegración), los científicos pueden calcular cuánto tiempo ha pasado desde que la roca se formó.

Para este estudio, se usaron dos métodos principales:

Análisis 26Al−26Mg (Aluminio-Magnesio): Este método se basa en la desintegración de un tipo de aluminio (26Al) en magnesio. Dado que el isótopo radiactivo 26Al se desintegra muy rápido, este método es perfecto para fechar eventos que ocurrieron en los primeros millones de años del Sistema Solar, ofreciendo una visión detallada de sus inicios. Es como un cronómetro de alta velocidad que captura los primeros momentos de formación planetaria.

Análisis Pb-Pb (Plomo-Plomo): Este método utiliza la desintegración del uranio en plomo. Los isótopos de plomo son productos de la desintegración del uranio. La cantidad de plomo radiogénico (producido por la desintegración) se acumula con el tiempo de manera predecible. Este método es muy confiable y se usa para determinar la edad absoluta de rocas muy antiguas, como los meteoritos.

Con información de Nature Communications

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.