Un reciente informe en revista Nature pone en alerta a la comunidad académica al revelar una creciente crisis de sobreproducción de doctorados: los programas de doctorado están graduando a muchos más científicos e investigadores de los que el sistema universitario y de investigación puede absorber. La investigación, titulada “How many PhDs does the world need?”, señala que las oportunidades laborales académicas no han seguido el ritmo del auge en el número de doctorandos a nivel mundial.

El estudio destaca que en los 38 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la cantidad de nuevos doctores se casi duplicó entre 1998 y 2017.

La situación es especialmente dramática en China, donde el número de estudiantes de doctorado pasó de 300.000 en 2013 a más de 600.000 en 2023, ejerciendo una presión inmensa sobre el mercado laboral científico a nivel local pero también global.

Muchos estudiantes ingresan al doctorado con la expectativa de obtener un puesto como profesor o investigador principal. Sin embargo, como señala Hugo Horta, experto en políticas educativas de la Universidad de Hong Kong, esta expectativa choca con una realidad de competencia feroz por cada plaza disponible en la academia, ya que los puestos universitarios no crecen al mismo ritmo.

El resultado es un desajuste entre la formación de alto nivel y la demanda laboral académica, lo que lleva a muchos doctores a sentirse sobrecualificados o infravalorados.

Posibles causas del exceso de graduados

El informe sugiere varias razones para este desequilibrio, que van más allá del simple aumento de la población estudiantil:

Incentivos Financieros Universitarios: Para muchas universidades, los programas de doctorado representan una fuente de mano de obra barata para la docencia de pregrado y la investigación (a través de becas y asistentes), lo que incentiva a las instituciones a expandir estos programas más allá de lo que justifican las vacantes académicas futuras.

Visión Restringida del Doctorado: Históricamente, el doctorado se ha visto casi exclusivamente como un pase a la carrera de investigación. Esto genera un sesgo en la formación, donde los graduados se forman para un único destino (la academia), ignorando otros sectores de la economía.

Falta de Planificación Estratégica Nacional: La inversión en educación doctoral no está alineada con las necesidades reales de la economía y la industria. En el caso del Ecuador esto merece un análisis más profundo.

Análisis de la situación del doctorado en Ecuador

El fenómeno de la sobreproducción de doctores (PhD) descrito, es especialmente relevante para Ecuador dado que durante la última década, el país implementó políticas públicas agresivas destinadas a elevar la calidad de la educación superior e impulsar la investigación, cuyos pilares fueron: eliminar universidades con bajas calificaciones según el ente regulatorio, la creación de una Ciudad del Conocimiento para impulsar la graduación de investigadores y la exigencia de títulos de doctorado para los docentes universitarios.

Este esfuerzo, si bien ha fue orientado a reducir el rezago histórico en la investigación, replica el desajuste laboral observado en países de la OCDE generando una población de profesionales “sobrecualificados” en búsqueda de empleo.

El número de investigadores y becarios de doctorado en el Ecuador creció un impresionante 372.9% en cinco años, pasando de 2.413 en 2009 a 11.410 en 2014 (INEC & SENESCYT, 2016). Pero, aunque las cifras absolutas de doctores por millón de habitantes siguen siendo modestas comparadas con el promedio latinoamericano, la presencia de PhD en el Sistema de Educación Superior (SES) mejoró drásticamente.

El problema de la sobreproducción en Ecuador no radica en que haya demasiados doctores en general (el país sigue necesitando más), sino en la saturación del nicho académico, que es el destino casi exclusivo para el que fueron formados. Pero por sobretodo, la estructura económica de Ecuador y la limitada inversión en I+D en el sector privado implican que, una vez que el nicho académico se estabiliza, las plazas para nuevos doctores se vuelven escasas creando frustración al tener que competir por puestos de baja remuneración o fuera de su campo de especialización.

Soluciones y el futuro “no académico” del doctorado

El informe y los expertos citados proponen varias vías para mitigar esta crisis y redefinir el propósito de la educación doctoral:

Redefinir el Propósito Formativo: Cláudia Sarrico, secretaria de educación superior de Portugal, aboga por hacer que el doctorado sea “más significativo, sostenible y alineado con las diversas necesidades sociales y del mercado laboral”. Esto significa reconocer que el doctorado es una formación avanzada en habilidades transferibles, no solo un pase a la academia.

Enfoque en Habilidades Transversales: Los programas deben integrar una mayor preparación para roles no académicos. Las habilidades de investigación, gestión de proyectos, análisis de datos, pensamiento crítico y comunicación científica son altamente valiosas en sectores como la industria, la consultoría, la tecnología y la administración pública.

Aceptación de la Nueva Normalidad: En países como Estados Unidos, Reino Unido y Australia, los empleos no académicos ya son la norma. Un estudio británico de 2023 confirmó que más de dos tercios de los doctores trabajan fuera del ámbito investigativo. A pesar del desajuste inicial, más del 90% de los encuestados reportan estar satisfechos con su carrera, especialmente en campos como ciencias y tecnología, lo que sugiere que la clave es adaptar las expectativas y la formación.

Posibles soluciones adaptadas a Ecuador

Para evitar la “fuga de cerebros” por falta de empleo y alinear la formación con la realidad económica, Ecuador debe diversificar el destino profesional del doctorado.

El Estado debe crear incentivos fiscales y contractuales para que las empresas privadas y las industrias contraten doctores para sus departamentos de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i). Esto debe tener un doble propósito: abrir el Ecuador a la inversión extranjera creadora de innovación en bienes y servicios, y buscar generar empleo para investigadores y técnicos ecuatorianos.

A continuación algunos de los posibles cambios e incentivos fiscales que Ecuador debe hacer para promover la creación de bienes y servicios tecnológicos que generen empleo en esos campos:

  1. Aumentar el porcentaje de deducción adicional en el Impuesto a la Renta (IR) sobre los sueldos y salarios de los empleados con título de PhD que sean contratados para actividades de Investigación, Desarrollo e Innovación.
  2. Otorgar una reducción porcentual en la tasa del Impuesto a la Renta (IR) a las empresas que reinviertan sus utilidades directamente en proyectos de investigación y desarrollo acreditados que, además, demuestren la contratación de personal con doctorado.
  3. Permitir que las empresas que contratan investigadores para desarrollar nuevos productos o procesos puedan convertir un porcentaje de la inversión en equipos y software de I+D o los costos de registro de patentes en un crédito tributario (en lugar de solo una deducción) contra su Impuesto a la Renta causado.
  4. Liberar de aranceles e impuestos a los equipos y software de Investigación y Desarrollo permitiendo reducir costos a las universidades, centros de investigación y empresas e industrias que hagan uso de estos equipos.
  5. Crear una deducción adicional en el Impuesto a la Renta para las empresas que financien o realicen aportes de capital o donaciones a universidades e institutos públicos de investigación destinados a financiar becas postdoctorales o proyectos de investigación conjuntos.
  6. Liberar de impuestos sobre el capital a las inversiones realizadas en empresas cuyo único objetivo certificado es Investigación, Desarrollo e Innovación de bienes y servicios de tecnologías emergentes.
  7. Crear programas de doctorado Intersectoriales que flexibilicen su currículo para incluir formación en gestión de proyectos, emprendimiento científico y consultoría, reconociendo que el sector industrial y empresarial debe ser el empleador para gran parte de los graduados.
  8. Conceder una exoneración total del Impuesto a la Renta por un período determinado (ej. 5 a 8 años) y una exención del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) para las Nuevas Empresas de Base Tecnológica (EBT) o startups que sean fundadas o cofundadas por investigadores con doctorado en campos de alta tecnología.

El mensaje es claro: el doctorado debe evolucionar de ser una “licencia para investigar en la universidad” a una capacitación avanzada para la resolución de problemas complejos en cualquier sector.

Fuentes:

Kwon, Diana. (2025). How many PhDs does the world need? Doctoral graduates vastly outnumber jobs in academia. Nature. 643. 10.1038/d41586-025-01855-w.

El Comercio. (2012, 30 de septiembre). El 93% de los PhD sacó su título en el exterior. Ecuavisa. (2024, 10 de marzo). Los profesionales, ni con maestría, logran conseguir empleo en Ecuador.

Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) & Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT). (2016, 24 de noviembre). El número de investigadores en Ecuador crece 372,9% en cinco años.

Primicias. (2024, 28 de febrero). El drama de los profesionales sobrecalificados: sin trabajo, fuera de Ecuador y arrepentidos.

Revista Social Fronteriza. (2024). Situación actual de la formación doctoral en el área de las ciencias de la salud del Ecuador. Revista Social Fronteriza, 4(3). [Basado en datos del SIIES sobre la planta docente].

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.