Una nueva investigación ha puesto en entredicho el popular objetivo de los 10.000 pasos diarios, demostrando que una meta más alcanzable, 7.000 pasos, es suficiente para obtener beneficios de salud.
El análisis, publicado en la revista The Lancet Public Health, concluyó que la mejora en la salud y la reducción del riesgo de enfermedades se estabilizan notablemente a partir de los 7.000 pasos (aproximadamente 4.8 kilómetros). La epidemióloga Melody Ding de la Universidad de Sídney, líder del estudio, analizó datos de 57 investigaciones y descubrió que las personas que caminan esta cantidad tienen un 47% menos de riesgo de muerte prematura en comparación con quienes apenas caminan 2.000 pasos.
Los beneficios se extienden mucho más allá de la salud cardiovascular, abarcando una reducción en el riesgo de demencia, diabetes tipo 2 y varios tipos de cáncer. Un hallazgo destacado es la reducción cercana al 40% en el riesgo de demencia. Expertos como el fisiólogo Keith Baar (Universidad de California en Davis) recalcan que, aunque caminar más no es perjudicial, no hay necesidad de sentirse culpable si no se alcanzan los 10.000, ya que los beneficios adicionales son marginales. La clave es la progresión: los mayores beneficios se obtienen al pasar de un estilo de vida sedentario a una caminata moderada de 7.000 pasos.
El Dr. Seth Martin, cardiólogo de Johns Hopkins Medicine, enfatizó la importancia de considerar la intensidad del ejercicio: incorporar intervalos de mayor velocidad, subir escaleras o elegir rutas con pendientes puede potenciar los efectos positivos de la caminata.
Expertos consultados por The New York Times subrayan los beneficios de caminar. Keith Baar, fisiólogo de la Universidad de California en Davis, explicó que décadas de investigación han demostrado que caminar mejora la salud metabólica, fortalece el corazón y contribuye a reducir el peso corporal, el colesterol y los niveles de glucosa en sangre. El nuevo análisis amplía el foco más allá de la salud cardiovascular y la mortalidad, mostrando asociaciones positivas con la disminución de síntomas depresivos y la mortalidad por cáncer.
Uno de los hallazgos más interesantes es la reducción cercana al 40% en el riesgo de demencia entre quienes caminan 7.000 pasos diarios frente a los que solo alcanzan 2.000. El Dr. Nikhil Palekar, director del Stony Brook Center of Excellence for Alzheimer’s Disease, señaló que el ejercicio se vincula con el crecimiento de nuevas neuronas, mayor flujo sanguíneo cerebral y menor inflamación neurológica.
Los expertos también advierten que el estudio muestra correlación, no causalidad, ya que factores como la dieta y la condición física pueden influir en los resultados.
Con información de The Lancet Public Health.

