El cáncer de riñón es el octavo más frecuentemente diagnosticado, y este año se estima que 34.506 personas recibirán la terrible noticia de padecerlo muchas veces en estadios avanzados de la enfermedad.
Los pacientes de cáncer al riñón usualmente se les diagnostica de forma incidental porque se trata de un cáncer de carácter asintomático. Es decir, que muchas veces es diagnosticado en estadios avanzados de la enfermedad, lo que dificulta el tratamiento y el pronóstico del paciente.
Los avances en imagen podrían facilitar en el futuro cribrados oportunistas en pacientes con antecedentes familiares, hipertensión u obesidad. Pero mientras eso llega, un estudio informa sobre los datos finales de un ensayos clínicos para el tratamiento del cáncer de riñón avanzado.
La investigación llevada a cabo por el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, en EE UU, y publicada en Nature Medicine, señala que una combinación de dos medicamentos para tratar el cáncer de riñón avanzado tuvo un beneficio clínico sostenido y duradero durante más de cinco años de seguimiento.
El estudio informa de los datos clínicos finales y los análisis de biomarcadores del ensayo de fase 3 “Keynote-426”, que comparó la combinación de fármacos pembrolizumab con axitinib frente al fármaco único sunitinib para pacientes con carcinoma renal de avanzado no tratado previamente, el tipo más común de cáncer de riñón.
“Keynote-426″ fue el primer ensayo que combinó una inmunoterapia con un inhibidor de PD-1 (pembrolizumab) con un fármaco antiangiogénico inhibidor del receptor VEGF (axitinib) como tratamiento de primera línea para el carcinoma renal avanzado. Por lo tanto, presenta el seguimiento más prolongado entre los diversos ensayos que comparan este tipo de combinaciones de fármacos”, explica en un comunicado el doctor Brian Rini, oncólogo médico del Centro Oncológico Vanderbilt-Ingram y autor principal del estudio.
Pero, ¿cómo funcionan estos medicamentos? Los fármacos de inmunoterapia, como el pembrolizumab, estimulan el sistema inmunitario para destruir las células tumorales. En cambio, los inhibidores del receptor VEGF, como el axitinib y el sunitinib, bloquean la angiogénesis (el desarrollo de los vasos sanguíneos que los tumores necesitan para crecer y propagarse). El pembrolizumab más el axitinib y otras combinaciones de fármacos inmunoterapéuticos con antiangiogénicos son actualmente tratamientos estándar de primera línea para el cáncer de riñón avanzado.
“Antes del desarrollo de los fármacos antiangiogénicos y las inmunoterapias, el carcinoma de células renales avanzado tenía un pronóstico muy desfavorable. Estas combinaciones de fármacos han mejorado drásticamente las opciones de tratamiento y los resultados para los pacientes”, destaca Rini, profesor de Investigación Oncológica de Ingram y profesor sénior en Thomas F. Frist College of Medicine.
El primer análisis provisional de los resultados de “Keynote-426”, publicado el 16 de febrero de 2019 en “The New England Journal of Medicine”, demostró que los participantes del ensayo tratados con pembrolizumab más axitinib tuvieron una supervivencia general y libre de progresión más prolongada, así como tasas de respuesta objetiva más altas, en comparación con quienes recibieron sunitinib. La mediana de seguimiento fue de 12,8 meses.
Ahora, con un seguimiento medio de 67,2 meses, el análisis actual confirma y amplía el análisis provisional y proporciona información valiosa sobre biomarcadores que podrían ayudar a orientar las decisiones de tratamiento.
El estudio publicado en “Nature Medicine” indica que pembrolizumab más axitinib presentó una mayor supervivencia general (47,2 meses frente a 40,8 meses con sunitinib) y una mayor supervivencia libre de progresión (15,7 meses frente a 11,1 meses con sunitinib). La tasa de respuesta objetiva fue del 60,6 % con pembrolizumab más axitinib y del 39,6 % con sunitinib.
Una combinación pionera de dos medicamentos para tratar el cáncer de riñón avanzado ha demostrado un beneficio clínico sostenido y duradero con más de cinco años de seguimiento, según los datos finales de un ensayo clínico de fase 3. Este hallazgo ofrece una perspectiva esperanzadora para los pacientes afectados por esta enfermedad, a menudo silenciosa.
Con información de Nature Medicine

