La comunidad micológica internacional celebra un hallazgo extraordinario en Sri Lanka: el redescubrimiento del hongo de cuerno hediondo, el Mutinus bambusinus, una especie que se creía extinta
El último registro formal del Mutinus bambusinus en Sri Lanka databa de hace 104 años, cuando fue documentado en los Jardines Botánicos Reales de Peradeniya, en la Provincia Central. Desde entonces, el hongo había evadido a los científicos, llevándolo a la categoría de especie rara y casi mítica para la micoflora de la isla.
El hongo, conocido popularmente como “Zancudo Rojo” u hongo de cuerno hediondo (stinkhorn), es notable por su morfología distintiva: emerge de una “estructura de huevo” subterránea y desarrolla un tallo esponjoso de color rosado a rojo, alargado y puntiagudo. La parte superior del tallo está cubierta por una gleba (masa de esporas) de color oscuro, viscosa y de olor intensamente fétido, una característica que utiliza para atraer moscas e insectos, facilitando así la dispersión de sus esporas.
Este organismo, conocido localmente como nai hathu (hongo cobra), es parte de la familia de los faloides. Su forma fálica, su color rojo brillante y el olor pútrido que emite forman parte de su mecanismo de reproducción. La fetidez atrae a moscas que se alimentan de la sustancia mucilaginosa que cubre su punta, ayudando así a dispersar sus esporas.
El hallazgo en un jardín común
El hito del redescubrimiento no provino de una expedición científica a un bosque remoto, sino de un huerto familiar en Hapugala, en la Provincia del Sur de Sri Lanka, en julio de 2023. Una familia, intrigada por la extraña criatura rojiza que brotó en su jardín, tomó fotografías y las compartió con una red de expertos.
El Dr. Bhathiya Gopallawa, investigador doctoral de la Universidad de Peradeniya, junto con sus colegas, identificaron la especie basándose en registros históricos y en la peculiar forma y coloración del hongo. El equipo de investigación incluyó expertos de la Universidad de Peradeniya, la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre de Galle y el Instituto Nacional de Estudios Fundamentales.
El estudio, titulado formalmente “The first record of Mutinus bambusinus (Zoll.) E. Fisch. after 104 years of its initial documentation in Sri Lanka,” y publicado en el Ceylon Journal of Science, no solo confirma la persistencia de la especie, sino que subraya el valor crucial de la ciencia ciudadana.
“El simple acto de una familia al no ignorar un crecimiento inusual en su jardín desencadenó una investigación científica y nos proporcionó información fresca sobre un registro de hace más de un siglo,” señala uno de los investigadores en el estudio.
Implicaciones ecológicas
El Mutinus bambusinus desempeña un papel vital en el ecosistema, como la mayoría de los hongos, al ayudar en el reciclaje de nutrientes y la descomposición de la materia orgánica. Su redescubrimiento ofrece esperanza, pero también pone de relieve una realidad sombría: más del 85% de las 25,000 especies de hongos estimadas en Sri Lanka aún no han sido estudiadas formalmente. Este hallazgo demuestra que muchas especies raras pueden estar pasando desapercibidas en entornos comunes.
El registro original de 1919 ubicaba al hongo en un entorno de bambú, de ahí su nombre bambusinus. Sorprendentemente, el espécimen de 2023 brotó en un huerto sin bambú a la vista, lo que sugiere que el hongo puede tener una gama de hábitats mucho más amplia y que sus necesidades ecológicas no son tan restrictivas como se pensaba.
La publicación en el Ceylon Journal of Science ha revitalizado el interés por los hongos en Sri Lanka. De hecho, desde la publicación del estudio, se han reportado al menos cinco observaciones adicionales del M. bambusinus en diferentes lugares del país por parte de entusiastas de la naturaleza, confirmando que este “zancudo rojo” ha emergido de la sombra para reescribir su propia historia.
Con información de Ceylon Journal of Science.
