Plantaciones de banano EcuadorPlantaciones de banano Ecuador

El hongo patógeno Fusarium oxysporum es una amenaza formidable para más de 150 cultivos, capaz de generar pérdidas millonarias al burlar rápidamente la resistencia de las plantas.

Durante décadas, los científicos se preguntaron cómo este asesino silencioso podía transformarse para atacar huéspedes previamente inmunes, como la variedad cultivada de plátano. La clave de esta asombrosa capacidad de adaptación no reside en mutaciones genéticas sutiles, sino en la frenética actividad de los transposones—fragmentos de ADN “saltarines” que reescriben el manual de instrucciones del hongo a una velocidad vertiginosa, concentrando su acción en las regiones accesorias de su genoma y asegurando su éxito evolutivo.

A continuación se detalla cómo funciona este mecanismo según un estudio de un grupo de investigación de la UCO.

El mecanismo evolutivo que usa Fusarium oxysporum para adaptarse a nuevos ambientes es el uso de los transposones o “genes saltarines”. Los transposones, también conocidos como “fragmentos de ADN saltarines”, son los responsables de la mayor parte de las mutaciones que impulsan la adaptación del hongo.Tienen la capacidad de moverse y reinsertarse en diferentes zonas del genoma.

Fusarium Oxysporum. Foto: Wikipedia
Fusarium Oxysporum. Foto: Wikipedia

El estudio demostró que estos eran mucho más activos de lo que se pensaba, causando más del 70% de las mutaciones encontradas en el experimento de adaptación. El genoma del hongo está dividido en dos compartimentos. La evolución rápida ocurre principalmente en las regiones accesorias (o cromosomas específicos de cada cepa), que son menos vitales y pueden cambiar rápidamente. Los transposones son muy abundantes en estas regiones accesorias, lo que permite que el hongo mute para codificar funciones adaptativas de manera acelerada.

Resultado: adaptación rápida

La alta actividad de los transposones en estas regiones genómicas facilita que surjan nuevas variantes del hongo que pueden superar la resistencia de un huésped, como sucedió con la variante que ataca al plátano (banano) después de que la variedad cultivada fuera resistente durante décadas.

En resumen, Fusarium oxysporum no depende únicamente de los pequeños cambios de nucleótidos (mutaciones puntuales), sino que explota la movilidad masiva y la reinserción de los transposones en las regiones accesorias de su genoma para generar las mutaciones necesarias para su rápida adaptación y supervivencia en entornos cambiantes.

Con información publicada en Nature Communications 

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.