En 1937, Amelia Earhart, pionera de la aviación, emprendió uno de los desafíos más ambiciosos de su carrera: convertirse en la primera mujer en circunnavegar el globo por la línea ecuatorial. A bordo de su avión Lockheed Model 10E Electra, acompañada por el navegante Fred Noonan, despegó con la misión de recorrer más de 47,000 kilómetros en múltiples etapas.
El viaje comenzó el 20 de mayo desde Oakland, California, y tras cruzar América del Sur, África, India y el sudeste asiático, la pareja llegó a Lae, Nueva Guinea, el 29 de junio. Desde allí, se dirigieron hacia la isla Howland, en medio del Pacífico. Pero el 2 de julio, durante ese tramo crítico, se perdió contacto con el avión. A pesar de extensas búsquedas, nunca se hallaron rastros concluyentes de Earhart, Noonan ni del Electra. El misterio de su desaparición se convirtió en una de las incógnitas más fascinantes del siglo XX.
Décadas después, la atención se ha centrado en la remota isla Nikumaroro, parte de la nación de Kiribati. Investigadores del grupo TIGHAR (The International Group for Historic Aircraft Recovery) han propuesto que Earhart aterrizó en el arrecife de esta isla y sobrevivió allí por varios días. Esta hipótesis ha cobrado nueva fuerza gracias al descubrimiento del llamado “Objeto Taraia”.
El objeto Taraia ¿restos de la nave en Nikumaroro?
Este objeto, visible en imágenes satelitales desde 2015, se encuentra en la laguna de Nikumaroro, junto a la península Taraia. Su forma, tamaño y reflectividad coinciden con los restos del fuselaje y la cola del Electra. Según los investigadores, el objeto habría estado oculto bajo sedimentos durante décadas, y fue revelado por el paso del ciclón Pam en 2015, que removió la cobertura del fondo marino.
La evidencia acumulada incluye:
- Imágenes satelitales entre 2015 y 2024 que muestran la evolución del objeto.
- Fotografías aéreas de 1938 donde aparece una forma similar.
- Un video de 2001 con un reflejo solar en el lugar exacto del objeto.
- Drones en 2017 que captaron su silueta bajo el agua.
Los investigadores proponen que el avión, tras ser arrastrado por la marea desde el arrecife, flotó por el paso Tatiman hacia la laguna, donde finalmente se hundió en aguas poco profundas. El fuselaje, al haber perdido las partes más pesadas como motores y alas, habría actuado como una boya hasta quedar atrapado en la península Taraia.

¿Se resolverá el misterio en este año?
La organización Archaeological Legacy Institute (ALI) planea una expedición en noviembre de 2025 para examinar directamente el Objeto Taraia. Esta será la primera fase de un proyecto que podría incluir excavación y recuperación de los restos del avión. Para esta primera fase se utilizarán drones, cámaras submarinas y sensores para examinar el objeto sin perturbar el entorno y busca confirmar la presencia de restos metálicos compatibles con el fuselaje del Electra.
Excavación arqueológica en 2026: Si se confirma la naturaleza del objeto, se procederá a una recuperación controlada. Se incluirán análisis forenses, estudios de materiales y documentación histórica. Los restos recuperados serían preservados y exhibidos como parte de una iniciativa educativa y conmemorativa. El proyecto ha captado atención internacional y busca financiamiento para cubrir los $900,000 necesarios.
Más allá del aspecto técnico, esta investigación representa un homenaje a la valentía de Amelia Earhart y una oportunidad de cerrar un capítulo que ha fascinado al mundo por casi 90 años. Si se confirma que el objeto es el Electra, se resolvería uno de los enigmas más duraderos de la historia de la aviación.
Con información de Archaeological Legacy Institute, The International Group for Historic Aircraft Recovery, y Universidad Purdue.

