Durante siglos, los colibríes con sus colores brillantes y su vuelo acrobático, han sido considerados aves exclusivas de América. Pero ¿lo son?
Estas pequeñas criaturas han fascinado a científicos y observadores de aves por igual. Sin embargo, descubrimientos fósiles en Europa han sacudido esta idea: hace millones de años, los colibríes también vivieron en el Viejo Mundo.
¿Colibríes en Europa?
Aunque hoy en día los colibríes solo habitan América, fósiles encontrados en Alemania, Polonia y Francia revelan que estas aves también vivieron en Europa hace entre 30 y 35 millones de años. El paleontólogo Gerald Mayr identificó en 2004 un fósil en Alemania que mostraba características únicas de los colibríes modernos, como un hueso del ala corto y robusto, ideal para el vuelo estacionario. A esta especie la llamó Eurotrochilus inexpectatus, reflejando la sorpresa del hallazgo.
Los científicos creen que los colibríes evolucionaron a partir de los vencejos hace unos 42 millones de años, sus parientes vivos más cercanos. Pero hoy en día su existencia envuelven grandes misterios ¿cómo migraron de Eurasia a América? ¿Por qué se extinguieron en Europa y sobrevivieron sólo en América? ¿Por qué no se establecieron en el Asia y el África?
Algunos científicos especulan que una posible ruta de migración pudo ser el antiguo puente terrestre entre Siberia y Alaska. Ya que, aunque los colibríes son migratorios, cruzar el Atlántico parece poco probable como ruta de migración, pese a que ambos continentes estuvieron 1.500 kilómetros más cerca hace 22 millones de años. Esta migración sigue siendo una hipótesis sin evidencias fósiles claras en ambos lados del Atlántico.
¿Por qué desaparecieron de Europa?
Otra pregunta sin respuesta es por qué los colibríes se extinguieron en Europa. A pesar de que el continente tenía muchas flores con néctar, los colibríes desaparecieron mientras otras aves nectarívoras como los suimangas prosperaron en África y Asia. Mayr sugiere que quizás fueron superados por otras especies, pero no hay evidencia concluyente. En América, en cambio, habrían encontrado un ecosistema sin competencia, lo que permitió su expansión y diversificación.
Los colibríes no solo prosperaron en América, sino que se han diversificado y ocupan casi todo nicho ecológico del continente. Hoy existen más de 350 especies de colibríes en América, desde Alaska hasta la Patagonia, y desde el nivel del mar hasta los páramos andinos. Son una de las familias de aves más diversas del continente, solo superadas por los atrapamoscas. Su evolución rápida y su especialización en distintos tipos de flores los convierten en un ejemplo fascinante de adaptación.
La evolución de los colibríes deja más preguntas que respuestas; pues si bien existen fósiles de sus ancestros inmediatos en Europa de hace 30-35 millones de años, no existen fósiles de los colibríes mayores a 10 mil años. Sin embargo la hipótesis sobre su existencia en las Américas, se calcula, empezó hace 22 millones de años. Este es un rompecabezas al que le faltan muchas piezas.
El estudio de los colibríes continúa. Investigadores como Jim McGuire han usado análisis genéticos para reconstruir su historia evolutiva. Además, proyectos como “Hummingbirds at Home” de Audubon monitorean cómo el cambio climático afecta sus migraciones y hábitos de alimentación. Aunque aún hay muchas incógnitas, cada descubrimiento nos acerca más a entender el pasado de estas aves extraordinarias.

