Una misión arqueológica en Egipto revela impresionantes estructuras frente a las ruinas de Taposiris Magna, reavivando la centenaria búsqueda del sepulcro de la última reina del Nilo.
El paradero de la tumba de Cleopatra VII, la famosa reina que gobernó Egipto hace más de dos mil años, es uno de los mayores enigmas de la historia. Recientemente, una expedición internacional ha reportado un doble hallazgo que podría reescribir la historia: un puerto antiguo sumergido y un túnel subterráneo.
La arqueóloga dominicana Kathleen Martínez dirige la misión en las ruinas de Taposiris Magna, un antiguo templo ubicado a unos 50 km al oeste de la ciudad de Alejandría. Sus nuevos hallazgos, publicados con apoyo del Ministerio de Turismo y Antigüedades egipcio, sugieren que el famoso sepulcro podría estar oculto bajo tierra o incluso bajo el mar.
El puerto submarino perdido
Frente a las costas del templo, a unos 12 metros de profundidad en el mar Mediterráneo, se han identificado restos de una infraestructura portuaria antigua. Se hallaron columnas, pisos pulidos, anclas de piedra y metal, ánforas y bloques arquitectónicos. Esto demuestra que el templo tenía un puerto activo en la antigüedad.
Martínez postula que este puerto sumergido pudo ser el punto de desembarco secreto para trasladar los restos de Cleopatra desde el mar (o un barco) hacia el templo. Los expertos señalan que un gran terremoto en el siglo IV d.C., seguido por un tsunami, hizo que gran parte de la costa del Delta, incluyendo posibles accesos al sepulcro, se hundiera.
El túnel secreto de 1.3 Kilómetros
El segundo pilar de la investigación es un impresionante túnel subterráneo descubierto en 2022. El túnel mide aproximadamente 1.305 metros de largo y está situado a unos 13 metros bajo la superficie. Algunas partes ya se encuentran inundadas, lo que refuerza la idea de que su extremo llegaba hasta la zona costera o incluso el puerto.
La arqueóloga cree que este corredor fue diseñado para el traslado seguro y oculto del cuerpo de la reina, desde el puerto hasta un lugar secreto dentro de los muros del templo de Taposiris Magna, lejos de las miradas de los romanos.
Además de las estructuras, el equipo ha recuperado varios artefactos que confirman la conexión del sitio con la reina. Se encontraron 337 monedas con la efigie de Cleopatra en depósitos rituales del templo. También se halló un busto de mármol que Martínez interpreta como una posible representación de la reina, junto con otros objetos cotidianos y religiosos.
Sin embargo, los expertos piden cautela. Aunque estos hallazgos fortalecen la hipótesis de Martínez, no son una prueba definitiva de que la tumba esté allí. Muchos arqueólogos se mantienen escépticos, favoreciendo la tradición histórica que sitúa el entierro en la vecina Alejandría.
El siguiente paso clave será la datación precisa y la excavación controlada de los tramos inundados del túnel. Mientras tanto, la emocionante búsqueda de la última reina de Egipto, con el apoyo de oceanógrafos como Bob Ballard (famoso por descubrir el Titanic), continúa capturando la imaginación del mundo.
Con informes del Ministerio de Turismo y Antigüedades egipcio.

