Un grupo multidisciplinario de científicos argentinos y franceses ha desenterrado restos y artefactos en Catamarca, Argentina, con una antigüedad estimada de entre 30.000 y 40.000 años.
Este monumental descubrimiento desafía por completo las teorías tradicionales sobre la llegada de los primeros humanos a América. El yacimiento, conocido como Cueva Cacao 1A, está ubicado en Antofagasta de la Sierra, un punto estratégico en la región andina. Si bien el sitio ya era conocido por reliquias indígenas previas, la reciente expedición superó todas las expectativas, marcando un precedente en la arqueología de Sudamérica.
La misión arqueológica, que se remonta a los años 80 y se intensificó en 2019 con la colaboración de especialistas franceses, logró un hito al rescatar costillas de megafauna (megaterios y perezosos gigantes) con una datación de 39.000 años.
El director de Arqueología de Catamarca, Cristian Mellán, quien acompañó los trabajos, destacó la trascendencia del descubrimiento:
“Es uno de los descubrimientos más importantes no solo para Catamarca, sino para Sudamérica. Estos sitios son los más antiguos de la zona y pueden dar vuelta el mapa arqueológico. Estamos hablando de ocupaciones humanas muchísimo más antiguas de lo que se creía posible.”
Según un informe del portal del gobierno catamarqueño, los arqueólogos de la Universidad de Buenos Aires (UBA), investigadores del CONICET y sus pares franceses desenterraron artefactos líticos (herramientas de piedra). Restos óseos de megafauna en sedimentos compactos de entre 37.000 y 42.000 años y fibras vegetales.
Los investigadores subrayaron que los restos se encontraban en condiciones óptimas y no presentaban contaminación ni alteraciones, lo que facilitará su análisis preciso y reforzará la contundencia de las dataciones.
Coexistencia y ocupación continua
El hallazgo de estos restos de megafauna junto a los artefactos humanos constituye una prueba irrefutable de la coexistencia entre los primeros seres humanos y animales extintos en esa remota antigüedad.
Además de los vestigios más antiguos, los estratos superiores de Cueva Cacao revelaron una historia de ocupación continua durante milenios. En capas de hace unos 3.200 años se rescataron objetos bien conservados como mechones de cabello humano, sandalias de cuero, cerámica, y un sonajero rústico.
El sitio también alberga pinturas y grabados rupestres con múltiples estilos superpuestos a lo largo del tiempo, que representan figuras humanas completas, camélidos, máscaras y signos de estilo regional andino.
Impacto global y semejanzas con Asia
El descubrimiento posiciona a Cueva Cacao 1A como un punto de referencia en la arqueología mundial. Los científicos notaron que los restos líticos son similares a los encontrados en China, lo que abre nuevas hipótesis sobre los movimientos y posibles contactos culturales intercontinentales prehistóricos.
La datación de 40.000 años choca frontalmente con la investigación realizada en 2020 por la UNICEN y la UNLP, que sugería que la dispersión de los primeros Homo sapiens en la región andina ocurrió hace unos 15.500 años. Al confirmar las dataciones de Catamarca, la percepción científica sobre la antigüedad del poblamiento en el subcontinente cambiaría drásticamente.
La misión arqueológica, que cuenta con el apoyo del Consejo Federal de Inversiones (CFI), la Universidad Nacional de Catamarca y la Embajada de Francia, se extenderá hasta el 23 de octubre para garantizar la correcta preservación y el estudio de este patrimonio.
Con información de Universidad de Buenos Aires (UBA) y CONICET
