Meteorito Imilac pallasite. Foto: Chip Clark/Smithsonian Institution National Museum of Natural History

En un descubrimiento que ha dejado perplejos a los científicos, se han identificado cristales dentro de meteoritos que parecen romper las leyes conocidas de la física. Estos minerales, atrapados durante miles de millones de años en rocas espaciales, están reescribiendo lo que sabemos sobre la materia y la formación del sistema solar.

Según un estudio publicado por Discover Wild Science, los investigadores encontraron estructuras cristalinas imposibles de reproducir en la Tierra. Estas formaciones atómicas, creadas bajo presiones y temperaturas extremas, podrían abrir la puerta a nuevos materiales tecnológicos capaces de soportar condiciones extremas.

Uno de los hallazgos más sorprendentes proviene del análisis de un meteorito que cayó en 1724. En su interior, los científicos descubrieron un material híbrido que actúa como cristal y como vidrio al mismo tiempo. Lo más curioso es que mantiene su capacidad de conducir el calor sin importar la temperatura, algo nunca antes visto en la naturaleza.

“Un material con estas propiedades podría revolucionar el diseño de componentes electrónicos y sistemas de gestión térmica en entornos espaciales o industriales”, explicaron los expertos citados por Discover Wild Science.

Este fenómeno también se ha observado en muestras provenientes de Marte, lo que sugiere que no se trata de una rareza, sino de un proceso físico más común en el universo de lo que se pensaba.

Cuasicristales y el legado del meteorito de Cheliábinsk

El impacto del meteorito de Cheliábinsk en Rusia en 2013 también dejó pistas valiosas. En sus fragmentos, los científicos hallaron partículas con estructuras atómicas nunca antes vistas. Estas formaciones, generadas por la presión extrema del impacto, son las primeras de su tipo encontradas en la naturaleza.

Además, los llamados cuasicristales —minerales con un orden atómico que no se repite de forma periódica— han sorprendido a la comunidad científica. El primero fue hallado en una roca espacial recuperada en el este de Rusia. Según el estudio, este cuasicristal podría haberse formado hace unos 4.500 millones de años, lo que lo convierte en uno de los materiales más antiguos del sistema solar.

Otro descubrimiento reciente proviene del meteorito El Ali, hallado en Somalia. En él se identificaron dos minerales completamente nuevos: elaliita y elkinstantonita, nombrados en honor al meteorito y a la científica Lindy Elkins-Tanton, de la Universidad Estatal de Arizona. Estos compuestos confirman que los asteroides contienen una diversidad química mucho mayor de lo que se creía.

El análisis de estos meteoritos también ha revelado que la actividad del oxígeno en las rocas primordiales fue hasta 10.000 veces mayor de lo previsto. Esto sugiere que el agua pudo haber estado presente incluso antes de la formación de la Tierra.

Para los investigadores, estos cristales son “mensajeros del tiempo”, testigos silenciosos del nacimiento del sistema solar y claves para entender los límites de la física tal como la conocemos.

Con información de Discover Wild Science.

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.