En estos días se ha especulado sobre el origen de tres perros azules avistados en las inmediaciones de Chernobyl en Ucrania, en un área de acceso restringido debido a la radiación tras el accidente nuclear en 1986. A continuación los hechos.
Tres perros con pelaje azul brillante fueron vistos recientemente en la zona de exclusión de Chernóbil, generando especulaciones sobre mutaciones genéticas causadas por radiación. Sin embargo, expertos del programa “Dogs of Chernobyl” aclaran que el color no tiene relación con efectos radiactivos ni con inteligencia artificial.
Jennifer Betz, directora médica veterinaria del programa, explicó que los animales probablemente se revolcaron en una sustancia azul, posiblemente proveniente de un antiguo baño portátil abandonado en la zona. Aunque no lograron capturar a los perros para realizar pruebas, descartaron que el color sea producto de mutaciones o radiación.
Este tipo de confusión no es nueva. Desde el desastre nuclear de 1986, Chernóbil ha sido objeto de mitos sobre animales mutantes. Si bien la radiación puede causar alteraciones genéticas, los estudios científicos han documentado mutaciones reales en plantas, insectos y aves, pero no en formas grotescas ni espectaculares como suele imaginarse. Por ejemplo, investigaciones han mostrado cambios en la pigmentación de aves y en la densidad de poblaciones de insectos.
Los perros que habitan la zona son descendientes de los animales que quedaron tras la evacuación. Desde 2017, el programa “Dogs of Chernobyl” ha esterilizado más de mil perros y gatos, monitoreando su salud y comportamiento. La mayoría de estos animales se encuentran en buen estado, y no presentan signos de enfermedades relacionadas con la radiación.
La organización también utiliza marcadores de colores (verde, rojo, azul o púrpura) para identificar animales esterilizados, pero estos se aplican en la cabeza y desaparecen en pocos días, lo que también ha generado confusión entre visitantes.

Mutaciones reales halladas en Chernobyl
Los investigadores sí han documentao mutaciones genéticas reales en aves, insectos y pequeños mamíferos, incluyendo alteraciones en el color del plumaje, reducción en el tamaño cerebral, disminución de la fertilidad y aumento de malformaciones. Sin embargo, estas mutaciones no son del tipo “monstruoso” que suele difundirse en mitos populares.
Además, se observa una disminución significativa en la biodiversidad y en la densidad de poblaciones animales en áreas con altos niveles de radiación. Las especies más sensibles muestran tasas de supervivencia más bajas, mientras que otras se adaptan lentamente a las condiciones adversas.
El estudio también destaca que los efectos varían según la especie, el nivel de exposición y el tiempo transcurrido desde el accidente. En Fukushima, los impactos son menos severos debido a niveles de radiación más bajos y una respuesta más rápida en la contención del desastre.
Los autores concluyen que la radiación tiene consecuencias evolutivas y ecológicas importantes, pero que la mayoría de los animales no presentan mutaciones visibles ni espectaculares. La investigación refuerza la necesidad de monitoreo a largo plazo y de políticas de conservación en zonas afectadas por desastres nucleares.
En resumen, los perros azules de Chernóbil no son producto de mutaciones radiactivas, sino de una sustancia externa. La ciencia sigue estudiando los efectos reales de la radiación en la biodiversidad, pero los mitos exagerados no ayudan a comprender la realidad.
Fuentes
Mousseau, T. A., & Møller, A. P. (2014). Genetic and ecological studies of animals in Chernobyl and Fukushima. Journal of Heredity, 105(5), 704–709. https://doi.org/10.1093/jhered/esu040
