Los perros antiguos ya mostraban una sorprendente variedad de formas y tamaños hace más de 10.000 años. Este hallazgo, publicado en la revista Science, desafía la idea de que la diversidad canina actual surgió principalmente en la época victoriana.

El estudio analizó más de 600 cráneos de cánidos —incluyendo perros modernos, lobos y ejemplares arqueológicos— que vivieron en los últimos 50.000 años. Los investigadores encontraron que, incluso en tiempos prehistóricos, los perros ya presentaban una gran diversidad morfológica.

Los cráneos más antiguos, pertenecientes a lobos y cánidos del Pleistoceno tardío (más de 12.700 años atrás), eran estilizados y delgados. En cambio, los cráneos de perros más recientes, del Holoceno (menos de 11.700 años), mostraban una mayor variedad en tamaño y forma. Algunos eran más cortos y anchos, similares a los de razas modernas.

“La forma del cráneo es mucho más robusta y achaparrada”, explicó Carly Ameen, bioarqueóloga de la Universidad de Exeter y una de las autoras principales del estudio. Según ella, hace casi 10.000 años ya existía la mitad de toda la variación que vemos hoy en los perros. “Esto de verdad ha puesto en entredicho nuestras ideas sobre el origen de la diversidad canina”, añadió.

Diferencias en forma craneal entre los perros modernos, en rosa, y lobos modernos, en verde. Imagen> C. Brassard (VetAgro Sup/Mecadev)
Diferencias en forma craneal entre los perros modernos, en rosa, y lobos modernos, en verde. Imagen> C. Brassard (VetAgro Sup/Mecadev)

¿Qué pasó con algunas formas antiguas?

Curiosamente, los investigadores encontraron formas de cráneo en perros antiguos que no existen en las razas modernas. Ameen sugiere que estas podrían haber desaparecido porque ya no se valoran ciertas funciones o apariencias como antes. “Quizá había tipos de perros que cumplían roles específicos en el pasado, pero que hoy no consideramos necesarios”, comentó.

Además, el cráneo claramente canino más antiguo identificado tenía unos 11.000 años. Algunos cráneos más antiguos que se pensaban pertenecían a perros primitivos resultaron tener rasgos más parecidos a los lobos, lo que reabre el debate sobre cuándo comenzó realmente la domesticación.

La diversidad temprana de los perros podría deberse a varios factores. Los lobos antiguos ya eran variados, y al vivir cerca de los humanos, pudieron sobrevivir ejemplares que en la naturaleza no habrían prosperado. “Los chihuahuas no serían buenos lobos, ¿verdad?”, bromeó Ameen. La domesticación permitió que formas pequeñas y distintas pudieran mantenerse.

También influyó la migración humana. Otro estudio publicado en Science el mismo día muestra que los perros viajaban con las personas por Eurasia, adaptándose a distintos entornos y estilos de vida. “Estos pueblos humanos adoptaron estrategias de cría distintas para sus respectivos perros”, explicó Guo-Dong Wang, investigador del Instituto de Zoología de Kunming.

Este descubrimiento cambia la narrativa sobre el origen de los perros. Ya no se trata solo de una evolución reciente impulsada por la cría moderna, sino de una historia mucho más antigua y compleja, en la que los perros han sido compañeros diversos de los humanos desde hace milenios.

Con información de Science

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.