Los pulpos no solo duermen, sino que atraviesan fases de sueño muy similares a las de los mamíferos, incluyendo una etapa comparable al sueño REM en humanos. El hallazgo abre nuevas preguntas sobre la evolución del sueño y la capacidad cognitiva de los invertebrados.

Durante varias noches de observación en un laboratorio japonés, los investigadores estudiaron a pulpos laqueus. Descubrieron que estos animales alternan entre dos fases: una tranquila y otra activa. En la fase tranquila, los pulpos permanecen completamente blancos, inmóviles y apenas reaccionan a estímulos externos. En cambio, en la fase activa, su piel cambia de color y textura de manera rápida y vibrante, sus brazos se mueven brevemente y su respiración se acelera. Este comportamiento ocurre aproximadamente cada hora y dura cerca de un minuto.

Lo más llamativo es que, durante esta fase activa, el cerebro del pulpo muestra patrones de actividad casi idénticos a los que presenta cuando está despierto. Esto sugiere que los pulpos podrían estar “reviviendo” experiencias pasadas, como si soñaran. Sam Reiter, autor principal del estudio, explicó: “A diferencia de los humanos, que solo narran un sueño al despertar, el pulpo deja una huella visible de su actividad cerebral a través de la piel. Es como una ventana que nos permite interpretar lo que experimenta mientras duerme”.

pulpo-durmiendo. Imagen: Instagram/Aquarium Pacific
pulpo-durmiendo. Imagen: Instagram/Aquarium Pacific

Los investigadores utilizaron cámaras de ultra alta resolución para registrar cada detalle. Observaron que los patrones cutáneos que los pulpos reproducen dormidos son idénticos a los que emplean cuando cazan o se camuflan despiertos. Esto abre dos hipótesis: que los animales practiquen conductas de camuflaje durante el sueño, o que efectivamente estén soñando, reviviendo momentos importantes para su supervivencia.

Además, los científicos detectaron ondas cerebrales similares a los “husos de sueño” que se observan en humanos durante el sueño profundo de ondas lentas. Estas ondas están relacionadas con la consolidación de la memoria, lo que sugiere que ciertos procesos cognitivos del sueño podrían ser universales en distintas ramas del reino animal. Leenoy Meshulam, física estadística de la Universidad de Washington, comentó: “Que el sueño en dos fases haya evolucionado de forma independiente en animales tan distantes como pulpos y mamíferos sugiere que el sueño activo podría asociarse con cognición compleja”.

Este descubrimiento desafía la idea de que solo los vertebrados poseen ciclos de sueño avanzados. Los pulpos, con cerebros muy distintos a los nuestros, muestran que la evolución pudo haber desarrollado mecanismos de descanso profundo en diferentes linajes. Para los expertos, tener dos etapas de sueño podría ser un rasgo esencial en especies con altos niveles de aprendizaje y memoria.

El hallazgo no solo aporta pistas sobre la biología de los pulpos, sino que también abre nuevas líneas de investigación sobre el origen evolutivo del sueño. ¿Podrían otros invertebrados tener fases similares? ¿Qué nos dice esto sobre la relación entre sueño y memoria? Los científicos creen que este es apenas el inicio de una exploración más amplia sobre cómo descansan y procesan información los animales.

En definitiva, los pulpos nos recuerdan que la vida submarina guarda secretos fascinantes. Sus cambios de color mientras duermen no son solo un espectáculo visual: podrían ser la clave para entender cómo funciona el sueño en especies con cerebros radicalmente distintos al humano.

Con información publicada en la revista Nature.

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.