Un nuevo estudio publicado en la revista Mindfulness revela que las meditaciones en pareja, conocidas como meditaciones diádicas, pueden aumentar significativamente la sensación de cercanía entre las personas y fomentar comportamientos prosociales como la empatía y la generosidad.
La investigación, liderada por Vera U. Ludwig y su equipo, comparó tres tipos de ejercicios: la meditación “Just-Like-Me” (JLM), en la que dos personas se miran a los ojos mientras reflexionan sobre frases que destacan su humanidad compartida; una versión de solo contacto visual sin reflexión; y la meditación individual con los ojos cerrados. Los resultados fueron sorprendentes.
Tanto la meditación JLM como el simple acto de mirar al otro sin hablar aumentaron la sensación de cercanía entre los participantes, tanto en sesiones virtuales como presenciales. En promedio, quienes practicaron JLM reportaron sentirse una desviación estándar más cercanos a su compañero después del ejercicio.
“Las meditaciones diádicas como JLM y el contacto visual son efectivas para promover la conexión social y el comportamiento prosocial”, afirman los autores. “La sincronía emocional y no verbal entre los participantes parece ser un mecanismo clave detrás de estos beneficios”.
Sonrisas y corazones sincronizados
Uno de los hallazgos más llamativos fue la sincronización de sonrisas y ritmos cardíacos entre los participantes. En los encuentros virtuales, se observó que las sonrisas se alineaban en tiempo real, y en los encuentros presenciales, los latidos del corazón también se sincronizaban. Esta sincronía se asoció con mayores niveles de empatía, percepción positiva del otro y disposición a compartir recursos.
“Las sonrisas sincronizadas predijeron aumentos en la percepción de calidez, cercanía y atractivo del compañero”, señala el estudio. “Incluso el ritmo cardíaco se alineó durante la meditación, lo que sugiere una conexión emocional profunda”.
En una prueba de comportamiento prosocial, los participantes debían decidir cuánto dinero hipotético compartirían con su compañero. Aquellos que realizaron la meditación JLM fueron más generosos que quienes meditaron solos, lo que sugiere que la práctica puede fomentar la cooperación y la empatía.
Con información de Revista Mindfulness
