Este miércoles, una poderosa tormenta solar está impactando el campo magnético de la Tierra, alcanzando niveles de alerta “G4”, considerados severos por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.
Este fenómeno, conocido como tormenta geomagnética, ocurre cuando partículas cargadas expulsadas por el Sol chocan con el campo electromagnético terrestre. Según los meteorólogos del Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, la Tierra está siendo afectada por dos de las tres tormentas solares previstas. La más intensa aún no ha llegado, pero se espera que lo haga alrededor de las 17:00 GMT de hoy. La fuerza magnética de la tormenta actual se ha estabilizado en aproximadamente ocho veces la intensidad normal, lo que ha llevado a elevar la alerta a nivel G4.
Este tipo de tormentas pueden tener efectos significativos en la vida cotidiana. En los casos más extremos, pueden interferir con las comunicaciones, afectar los sistemas eléctricos y provocar auroras boreales más intensas y visibles en zonas donde normalmente no se observan. De hecho, en Jaraíz de la Vera, Cáceres, ya se han registrado imágenes espectaculares de auroras.
¿Qué medidas se están tomando?
La NOAA ha notificado a los operadores de infraestructuras críticas, como redes eléctricas y sistemas de navegación, para que tomen precauciones y mitiguen posibles efectos adversos. Aunque no se espera que esta tormenta cause daños graves, su intensidad podría generar interrupciones temporales en servicios tecnológicos sensibles.
Los expertos explican que la orientación del campo magnético solar puede cambiar durante el paso de la tormenta, lo que influye directamente en el nivel de actividad geomagnética. Si el campo se orienta en dirección opuesta al de la Tierra, los efectos podrían intensificarse.
