Un terremoto de magnitud 6.3 sacudió el norte de Afganistán, cerca de Mazar-i-Sharif, el 3 de noviembre de 2025, dejando al menos 20 muertos y más de 640 heridos, según el USGS e informes oficiales. El sismo bloqueó la carretera Kabul-Mazar y destruyó comercios en Tashqurghan, en medio de la vulnerabilidad nocturna de la zona.
Videos muestran a rescatistas usando linternas y sus manos para buscar sobrevivientes entre los escombros, con fogatas dispersas y escenas de búsqueda conmovedoras. Fotografías revelan interiores de viviendas colapsados, cubiertos de escombros, y muros exteriores reducidos a montones, evidenciando la fragilidad estructural.
Este terremoto, ocurrido en la región sísmicamente activa del Hindu Kush, se suma al de Herat en 2023, que dejó más de 2000 muertos, poniendo de manifiesto los riesgos persistentes derivados de la deficiente infraestructura y la limitada ayuda internacional bajo el régimen talibán. La activación de emergencia de Aseel busca subsanar las deficiencias en la respuesta.
Afganistán se encuentra en una región sísmicamente activa debido a su ubicación en la confluencia de varias placas tectónicas situándose en el límite mismo donde la Placa Euroasiática se encuentra con la Placa India. La Placa India se desplaza hacia el norte y subduce bajo la Placa Euroasiática, lo que da origen a la cordillera del Hindu Kush y a la actividad sísmica asociada. La Placa tectónica Arábiga también influye en la región, contribuyendo a las complejas interacciones tectónicas.
La región del Hindu Kush es una de las zonas sísmicamente más activas de Afganistán. Las montañas del Hindu Kush forman parte de una zona de subducción donde la Placa India se hunde bajo la Placa Euroasiática. Esta región experimenta terremotos tanto superficiales como de profundidad intermedia que ocurren a profundidades superiores a 70 km y están asociados con la subducción de la Placa India. La zona sísmica de Pamir-Hindu Kush se caracteriza especialmente por su sismicidad de profundidad intermedia.
Desde 1900, Afganistán ha registrado alrededor de 100 terremotos destructivos. Entre los eventos más notables se encuentran los terremotos de 1998, que causaron la muerte de más de 7000 personas, y el terremoto de magnitud 7.5 de 2015, que dejó 399 muertos en Afganistán, Pakistán e India.
Los estudios indican que al menos 355 terremotos de magnitud superior a 5.0 han azotado Afganistán desde 1990. El país experimenta aproximadamente 560 muertes anuales a causa de terremotos, con daños estimados en 80 millones de dólares al año.
