Thomas Sowell, un famoso economista americano, ofrece una perspectiva fascinante sobre la capacidad del mercado para autocorregirse sin intervención gubernamental.

En una entrevista, Sowell destacaba que, durante los primeros 150 años de la historia de Estados Unidos, el gobierno federal no intervenía en las recesiones económicas, y estas se resolvían por sí solas. Un ejemplo clave es la recesión de 1921 bajo el presidente Warren G. Harding. Al inicio de su mandato, la tasa de desempleo era del 11.7%. Sin embargo, Harding no incrementó el gasto público ni bajó las tasas de interés drásticamente. Al contrario, redujo el gasto gubernamental y mantuvo las tasas de interés altas. Sorprendentemente, al año siguiente, el desempleo bajó a 6.7%, y en 1923, se redujo aún más a 2.4%.

Esto demuestra que la economía tiene poderes de recuperación inherentes. Esta visión se alinea con los principios de la escuela económica austriaca, que enfatiza la importancia de los mercados libres y la minimización de la intervención gubernamental.

Según esta escuela, los empleadores, trabajadores y prestamistas tienen incentivos naturales para actuar de acuerdo a su mejor juicio, logrando beneficios de sus aciertos y aprendiendo de sus errores: los empleadores buscan contratar empleados para maximizar sus ganancias, los trabajadores buscan empleo para sostenerse, y los prestamistas buscan colocar dinero en empresas rentables para generar ingresos.

No se necesita una burocracia desde Washington (o Bruselas o de cualquier capital de país) para que esto ocurra.

La idea es que el mercado, dejado a sus propios mecanismos de comunicación de ofertas y demandas a través delos precios, y de sus procesos de autocorrección, encuentra su equilibrio de manera eficiente.

La recuperación económica de 1921 sin políticas intervencionistas es un testimonio de esta teoría. Estudios históricos, como los de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU., respaldan estos datos, mostrando cómo la economía se ajustó rápidamente sin la necesidad de estímulos masivos. Este enfoque no solo fomenta la responsabilidad individual y empresarial, sino que también evita distorsiones económicas causadas por intervenciones gubernamentales mal calculadas.

En resumen, las palabras de Sowell nos recuerdan la resiliencia del mercado y la sabiduría de dejar que los incentivos naturales guíen la recuperación económica. Es una lección valiosa para quienes buscan soluciones sostenibles a los desafíos económicos.

Fuentes:

Bureau of Labor Statistics. (1921-1923). Historical unemployment rates. U.S. Department of Labor.

Hayek, F. A. (1944). The Road to Serfdom. University of Chicago Press.

Mises, L. (1949). Human Action: A Treatise on Economics. Yale University Press.

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.