El tifón Kalmaegi, con vientos de hasta 150 km/h, azotó el centro de Filipinas el 5 de noviembre de 2025, provocando inundaciones catastróficas que sumergieron pueblos enteros y volcaron vehículos, como muestran las imágenes de comunidades cubiertas de escombros.
La declaración de estado de emergencia del presidente Marcos Jr. permitió el despliegue rápido de ayuda humanitaria, con 114 fallecidos confirmados y cientos de desaparecidos, convirtiéndolo en el tifón más mortífero de Filipinas en 2025, según informes oficiales de NPR y AP News.
Ahora, con 260.000 soldados en alerta, la tormenta se dirige hacia Vietnam, ejemplificando la intensificación de los patrones de tifones en el Pacífico. Un estudio de la Organización Meteorológica Mundial de 2023 vincula estos eventos con un aumento del 10-20% en las precipitaciones debido al cambio climático.
La región central de Cebú, la más afectada por Kalmaegi, presenta una combinación de llanuras costeras, valles fluviales y laderas degradadas. Las inundaciones que se observan en las imágenes abarcan antiguas lagunas (áreas urbanas ganadas al mar), abanicos aluviales (tierras bajas ricas en sedimentos) y zonas de desbordamiento de ríos, y la pérdida de manglares agrava el impacto.
Contexto geográfico
Datos de apoyo: Reuters menciona la ciudad de Talisay, donde se registraron inundaciones en viviendas, lo que coincide con zonas bajas, lagunas ganadas al mar y áreas adyacentes a ríos. El informe de la BBC sobre el tifón Kalmaegi señala la inundación de pueblos enteros, lo que concuerda con los patrones de inundación de abanicos aluviales y ríos.
Factores ambientales: La extracción ilegal de piedra y la deforestación de manglares, como se destaca en las tendencias han alterado el drenaje natural, lo que hace que estas zonas sean más vulnerables. Es urgente la reforestación de manglares, algo ya sugerido tras el paso del tifón Haiyan, su ausencia en las zonas actualmente inundadas es un factor crítico.

