Un equipo de investigadores ha descubierto que un fármaco utilizado para tratar el asma podría bloquear las reacciones alérgicas graves a ciertos alimentos, al menos en modelos animales.

Este hallazgo abre una nueva vía para combatir la anafilaxia, una respuesta inmunológica potencialmente mortal que afecta a millones de personas en todo el mundo. El estudio, realizado por científicos del Brigham and Women’s Hospital y publicado en Nature, se centró en el medicamento llamado etokimab, un anticuerpo monoclonal que inhibe la interleucina-33 (IL-33), una proteína clave en la activación de células inmunitarias implicadas en las alergias.

La IL-33 es una molécula que actúa como “alarma” del sistema inmunológico. Cuando se detecta un alérgeno, como el maní o el huevo, esta proteína activa células como los mastocitos, que liberan histamina y otras sustancias responsables de los síntomas alérgicos. Al bloquear la IL-33, el fármaco impide esta cascada de reacciones.

En los experimentos con ratones, los científicos observaron que aquellos tratados con etokimab no desarrollaban anafilaxia tras ser expuestos a alérgenos alimentarios. Además, el tratamiento parecía tener un efecto duradero, protegiendo a los animales incluso semanas después de la administración.

El Dr. Bruce D. Levy, autor principal del estudio, señaló: “Este enfoque representa una estrategia completamente nueva para prevenir las reacciones alérgicas graves. Aunque aún estamos en etapas tempranas, los resultados son prometedores”.

Por su parte, la Dra. Lisa Wheatley, experta en alergias alimentarias, agregó: “La posibilidad de usar un medicamento ya conocido para tratar otra condición médica es emocionante. Podría acelerar el camino hacia ensayos clínicos en humanos”.

Aunque los resultados en ratones son alentadores, los investigadores advierten que aún falta mucho para confirmar su eficacia en humanos. Se necesitan estudios clínicos rigurosos para evaluar la seguridad, la dosis adecuada y los posibles efectos secundarios del tratamiento.

Las alergias alimentarias afectan a aproximadamente el 10% de la población mundial, y su prevalencia ha aumentado en las últimas décadas. Actualmente, no existe una cura definitiva, y los tratamientos se centran en evitar los alérgenos y controlar los síntomas.

Con información de Revista Nature

By Danny Ayala Hinojosa

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