La desaparición de los neandertales pudo deberse al flujo constante de genes de los humanos modernos, sin necesidad de ventajas evolutivas específicas. Los resultados son consistentes con la evidencia genética actual.
Durante décadas, los científicos han debatido las razones detrás de la desaparición de los neandertales, nuestros parientes más cercanos que habitaron Europa y Asia hasta hace unos 40.000 años. Las hipótesis más aceptadas apuntaban a la competencia con los Homo sapiens y a los cambios climáticos que redujeron sus recursos. Sin embargo, un estudio reciente publicado en la revista Nature ofrece una explicación distinta y sorprendentemente sencilla: la desaparición de los neandertales pudo deberse al flujo constante de genes de los humanos modernos, sin necesidad de ventajas evolutivas específicas.
El equipo de investigadores utilizó modelos demográficos y genéticos para simular cómo pequeñas oleadas de Homo sapiens que llegaban a Europa afectaban la composición genética de las poblaciones neandertales. Según sus cálculos, bastaba con que unos pocos individuos modernos se integraran en cada ciclo poblacional para que, con el tiempo, la proporción de genes neandertales disminuyera de manera exponencial.
Los autores explican que incluso si los neandertales mantenían su modo de vida y no sufrían desventajas inmediatas, la simple mezcla genética con Homo sapiens podía transformar la población en cuestión de miles de años. “Nuestro modelo demuestra que la sustitución genética completa es posible sin necesidad de ventajas selectivas”, señalan los investigadores en el artículo.
El estudio plantea que, si cada ciclo migratorio ocurría cada 50 a 150 años, y en cada uno se incorporaban apenas dos individuos modernos por cada treinta neandertales, el reemplazo genético podía completarse en un lapso de entre 10.000 y 30.000 años. Este escenario coincide con los registros arqueológicos que muestran la coexistencia prolongada de ambas especies.
Además, los resultados son consistentes con la evidencia genética actual: los humanos modernos conservamos entre un 1 y un 2 % de ADN neandertal, lo que indica que hubo mezcla, pero que la población original terminó diluyéndose.

Los investigadores aclaran que su modelo no incluye factores ambientales, culturales o espaciales, pero ofrece una base conservadora que demuestra la viabilidad de la desaparición neandertal mediante flujo génico neutral. Es decir, no fue necesario que los Homo sapiens fueran “mejores” cazadores o más adaptables; bastó con que fueran más numerosos y que se mezclaran de manera continua.
Este hallazgo no descarta otras causas. La competencia por recursos, el aislamiento de grupos pequeños y los cambios climáticos extremos pudieron acelerar el proceso. Incluso se ha sugerido que una catástrofe volcánica pudo haber sido el golpe final. Sin embargo, el nuevo enfoque matemático aporta una explicación sólida y respaldada por simulaciones que ayuda a comprender mejor cómo una especie tan cercana a nosotros desapareció sin dejar descendientes directos.
Más allá de la historia de los neandertales, este modelo abre la puerta a estudiar procesos similares en otras especies. La dilución genética por migración constante podría explicar la desaparición de poblaciones animales en distintos momentos de la historia evolutiva.
En resumen, los neandertales no fueron necesariamente derrotados en una competencia directa. Su desaparición pudo ser el resultado inevitable de la convivencia con Homo sapiens y de la lenta pero constante integración genética que terminó transformando a la población hasta hacerla irreconocible.
Con información de Nature

