Un equipo internacional de astrónomos ha realizado un hallazgo sorprendente en los confines del universo: una galaxia joven, llamada SXDF-NB1006-2, ubicada a unos 12.9 mil millones de años luz de la Tierra.
Esta galaxia atraviesa una intensa fase de formación estelar y expulsa gas ionizado. El descubrimiento fue posible gracias a las observaciones del Telescopio Espacial James Webb (JWST), y los resultados fueron publicados recientemente en el servidor de preimpresiones arXiv.
SXDF-NB1006-2 fue descubierta en 2011, pero ahora, gracias a los instrumentos avanzados del JWST—la Cámara de Infrarrojo Cercano (NIRCam) y el Espectrógrafo de Infrarrojo Cercano (NIRSpec)—los científicos han podido estudiar su estructura con mayor detalle. La galaxia se encuentra en un estado de formación estelar explosiva, con una tasa de nacimiento de nuevas estrellas de aproximadamente 38 masas solares por año.
Además, los investigadores detectaron una intensa emisión de oxígeno con una estructura en forma de cola que se extiende unos 6,000 años luz. Esta forma sugiere que la galaxia podría haber pasado por eventos de fusión con otras galaxias en el pasado.
Yi W. Ren, líder del estudio desde la Universidad Waseda en Tokio, explicó: “El tiempo de agotamiento de gas derivado de unos pocos cientos de millones de años implica que nuestro objetivo podría ser uno de los progenitores de galaxias masivas en reposo a z ~ 4-5 identificadas por observaciones recientes del JWST”.
Esto significa que SXDF-NB1006-2 podría ser una de las primeras etapas evolutivas de las grandes galaxias que hoy se observan en estado de reposo en el universo temprano.
¿Cómo se ve esta galaxia?
Las imágenes obtenidas muestran una morfología alargada y grumosa, con una estructura similar a una cola. Esto podría indicar que estamos viendo un disco de canto o una galaxia en cadena. La emisión de oxígeno también aparece distribuida en forma de grumos, lo que refuerza la idea de una historia dinámica y posiblemente turbulenta.
Este tipo de descubrimientos ayuda a entender cómo se formaron las primeras galaxias en el universo. SXDF-NB1006-2 representa una ventana al pasado cósmico, cuando el universo tenía menos de mil millones de años. Estudiar su composición, edad y actividad permite a los astrónomos reconstruir la historia de la evolución galáctica.
Además, el hecho de que esta galaxia esté dominada por poblaciones estelares jóvenes y tenga una metalicidad baja (0.2 veces la del Sol) indica que estamos observando una etapa muy temprana en su desarrollo.
Con información de Waseda University
