Formaciones (morfología)

Los volcanes presentan una gran variedad de formas y estructuras, conocidas como morfologías, que dependen de la composición del magma (roca fundida), el tipo de erupción y los materiales expulsados. A continuación, exploramos las principales formas volcánicas.

1. Conos Simétricos

Los conos simétricos son característicos de los estratovolcanes (volcanes compuestos formados por capas alternadas de lava y ceniza). Estos volcanes tienen pendientes pronunciadas, a menudo entre 30° y 40°, debido a la acumulación de materiales como lava viscosa y piroclastos (fragmentos sólidos expulsados durante erupciones). Su forma cónica y simétrica, similar a un triángulo, es icónica, como se observa en el Volcán Fuji en Japón o el Cotopaxi en Ecuador. Esta morfología surge porque el magma félsico (rico en sílice, lo que lo hace espeso) no fluye lejos y se acumula cerca del cráter.

2. Escudos Amplios

Los volcanes en escudo se distinguen por su gran diámetro y pendientes suaves, generalmente menores a 10°. Su forma se asemeja a un escudo plano, de ahí su nombre. Estos volcanes se forman por lavas máficas (bajas en sílice, más fluidas) que fluyen a grandes distancias antes de solidificarse, creando estructuras anchas y poco elevadas. Un ejemplo clásico es el Mauna Loa en Hawái, que puede extenderse por decenas de kilómetros, otro ejemplo es el Volcán Alceo en las Islas Galápagos. Esta morfología es típica de erupciones hawaianas, donde la lava fluye libremente sin explosiones violentas.

3. Domos de Lava

Los domos de lava son montículos o cúpulas formados por lava viscosa que no logra fluir lejos del punto de erupción. Esta lava, generalmente félsica o intermedia (con alta o media cantidad de sílice), se acumula cerca del cráter, creando estructuras redondeadas o abultadas. Un ejemplo notable es el domo de lava en el Monte Santa Helena (EE. UU.), formado tras su erupción de 1980, otro ejemplo es el domo al interior del volcán Pichincha. Estos domos pueden ser inestables y colapsar, generando flujos piroclásticos (nubes ardientes de gas y ceniza), lo que los hace potencialmente peligrosos.

4. Fisuras Volcánicas

Las fisuras volcánicas son grietas largas en la corteza terrestre por donde sale magma, comúnmente asociadas a volcanes en escudo o regiones de rift (zonas donde las placas tectónicas se separan). A diferencia de los cráteres, que son aberturas puntuales, las fisuras pueden extenderse por kilómetros, liberando cortinas de lava fluida. Estas estructuras son comunes en lugares como Islandia o la región de Kilauea en Hawái. Las erupciones de fisuras suelen producir grandes campos de lava (extensiones planas de lava solidificada) y rara vez forman conos altos.

Resumen

La morfología de un volcán refleja su historia eruptiva y la naturaleza de su magma. Los conos simétricos son altos y empinados, los escudos amplios son bajos y extensos, los domos de lava son montículos compactos, y las fisuras volcánicas crean flujos de lava lineales. Estas formas no solo son fascinantes desde el punto de vista geológico, sino que también determinan los riesgos asociados a cada volcán, como la probabilidad de flujos de lava o colapsos.