Imagen: IA / Danny Ayala HinojosaImagen: IA / Danny Ayala Hinojosa

Investigadores han dado un paso importante hacia la posibilidad de regenerar dientes perdidos y el hueso que los sostiene, sin necesidad de implantes artificiales. El hallazgo podría revolucionar la odontología en el futuro.

Publicado en la revista científica Nature, la investigación liderada por científicos del Instituto de Ciencias de Tokio y con apoyo de universidades en Estados Unidos, descubrieron dos tipos de células madre que participan en la formación de las raíces dentales y del hueso alveolar (el que sostiene los dientes en la mandíbula). Su trabajo conjunto se centró en entender cómo las células madre dentales reciben instrucciones moleculares para transformarse en los distintos tipos de tejidos que componen un diente y su soporte óseo.

La generación de dientes y del hueso que los sostiene es un proceso biológico extraordinariamente preciso. En él participan diversos tejidos que deben coordinarse con exactitud milimétrica, como el órgano del esmalte, la pulpa dental y las células del maxilar. Estos componentes se comunican entre sí mediante complejas redes de señalización molecular, que funcionan como un lenguaje bioquímico encargado de regular el desarrollo de la corona, la raíz y el hueso alveolar.

Aunque la ciencia ha avanzado notablemente en las últimas décadas, muchos aspectos de esta comunicación celular siguen siendo desconocidos.

Para explorar este misterio, un equipo de investigadores recurrió a ratones modificados genéticamente, lo que les permitió rastrear el comportamiento celular en la región apical de las raíces dentales. Gracias al uso de técnicas de microscopia avanzada, marcadores fluorescentes y silenciamiento génico, lograron observar con gran detalle cómo las proteínas de señalización influyen en el destino de las células durante las distintas etapas del desarrollo dental.

El primer tipo de células proviene de la papila apical, una zona en la punta de la raíz del diente. Estas células pueden transformarse en odontoblastos (que forman la dentina), cementoblastos (que forman el cemento radicular) y osteoblastos (que forman el hueso).

El segundo tipo se encuentra en el folículo dental, una especie de saco que rodea el diente en desarrollo. Estas células también pueden convertirse en distintos tipos, pero necesitan que se silencie una vía molecular específica (llamada Hedgehog-Foxf) para convertirse en células formadoras de hueso.

La investigación, dirigida por el profesor adjunto Mizuki Nagata, del Departamento de Periodontología de la Escuela de Posgrado de Ciencias Médicas y Dentales del Instituto de Ciencias de Tokio, y la doctora Wanida Ono, del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston (UTHealth), contó además con la colaboración de expertos de la Universidad de Michigan y otras instituciones internacionales.

Este descubrimiento ayuda a entender mejor cómo se forman los dientes y su estructura ósea, y abre la puerta a terapias que podrían permitir regenerarlos de forma natural en humanos. Aunque aún falta investigación para aplicarlo en clínicas, los expertos creen que en el futuro podríamos dejar de depender de prótesis dentales.

Con información de Revista Nature

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.