Cordyceps bifusispora (Foto referncial). Foto: iNaturalist.Cordyceps bifusispora (Foto referncial). Foto: iNaturalist.

Investigadores han confirmado el descubrimiento de una nueva especie de hongo en los bosques de pino y encino del Estado de México y Morelos, al que han nombrado oficialmente Cordyceps mexicana.

Este hallazgo aumenta el catálogo de especies de hongos México y también trae a la memoria su aparición en series de televisión y videojuegos populares, donde se les conoce como “hongos zombie” por su particular estilo de vida.

El Cordyceps mexicana es un tipo de hongo entomopatógeno, significa que es un parásito de insectos. El hongo crece dentro del cuerpo de un insecto, un arácnido o, en este caso, dentro del capullo de una mariposa nocturna (polilla). Cuando la polilla está en su etapa de pupa (o capullo), las esporas del hongo la infectan. El hongo crece, consume los nutrientes del insecto y, finalmente, un tallo con una estructura llamativa —el cuerpo fructífero— emerge de donde estaba el insecto, emergieno de la tierra. Este mecanismo es vital para la naturaleza, ya que ayuda a controlar las poblaciones de insectos.

Características únicas y potencial médico

El Cordyceps mexicana se distingue de sus parientes por sus características morfológicas, ecológicas y, crucialmente, por su ADN, que es analizado mediante técnicas de biología molecular para confirmar que se trata de una especie nunca antes descrita.

Aunque la investigación es reciente, este hongo ya ha llamado la atención por su posible aplicación en la medicina. Estudios previos de otros Cordyceps (como el C. militaris) sugieren que contienen compuestos activos como la cordicepina, la cual ha demostrado tener potencial como Antioxidante que ayuda a proteger las células del daño. Anti-cancerígeno que podría frenar el crecimiento de ciertas células cancerosas. Inmunoestimulante con capacidad de fortalecer el sistema de defensa del cuerpo.

De manera anecdótica, los recolectores que identificaron la especie notaron que, al manipularla, desprendía un olor particular que recordaba a la piña.

El descubrimiento de esta especie subraya la megadiversidad de México y la necesidad de seguir explorando el Reino Fungi. Los científicos mexicanos esperan que este hallazgo no solo impulse la investigación biológica, sino que también promueva el desarrollo de nuevos bioinsecticidas naturales, aprovechando la capacidad del hongo para parasitar y controlar ciertas plagas de insectos.

Con información de Revista de Identidad Universitaria y Acta Botanica Mexicana

By Danny Ayala Hinojosa

Director de Ciencia1.com Apasionado por la ciencia y la tecnología, los viajes y la exploración de ideas en general. Profesional en IT: aplicaciones web y análisis de datos. Hoy emprendiendo en periodismo digital.