Un estudio presentado en las Sesiones Científicas 2025 de la American Heart Association reveló que tomar aspirina podría reducir el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares en adultos con diabetes tipo 2 que tienen un riesgo moderado o alto de enfermedades del corazón.
El equipo liderado por la Dra. Aleesha Kainat, profesora adjunta clínica de Medicina en el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, analizó los registros médicos de más de 11,500 adultos durante un periodo de 10 años. Todos los participantes tenían DT2 y un riesgo elevado de enfermedades cardiovasculares (ECV).
Los resultados fueron sorprendentes: quienes tomaron aspirina en dosis bajas tuvieron menos probabilidades de sufrir un ataque cardíaco, un derrame cerebral o morir por cualquier causa, en comparación con quienes no la tomaron.
- El riesgo de ataque cardíaco fue del 42.4% en el grupo que tomó aspirina, frente al 61.2% en el grupo que no la tomó.
- El riesgo de derrame cerebral fue del 14.5% frente al 24.8%.
- El riesgo de muerte por cualquier causa fue del 33% frente al 50.7%.
Además, el beneficio fue mayor en quienes tomaron aspirina de forma constante durante la mayor parte del seguimiento.
¿Importa el nivel de azúcar en sangre?
Sí, pero no tanto como se pensaba. El estudio encontró que el efecto protector de la aspirina se mantuvo independientemente de los niveles de glucosa o HbA1c (un indicador del control de la diabetes). Sin embargo, el beneficio fue más notable en personas con mejor control glucémico.
La Dra. Kainat advirtió que el estudio no incluyó a personas con alto riesgo de sangrado, y que no se rastrearon los efectos secundarios como hemorragias. “Este es un punto clave, porque el riesgo de sangrado debe considerarse al recetar aspirina”, explicó.
También señaló que el estudio fue observacional, es decir, se basó en datos reales de pacientes, no en un ensayo clínico controlado. Por lo tanto, no se puede afirmar con certeza que la aspirina fue la causa directa de la reducción de eventos cardiovasculares.
Carlos José Rodríguez, presidente voluntario de la Colaboración Nacional Hispana Latina Cardiovascular de la American Heart Association, destacó que “aunque actualmente no se recomienda la aspirina en dosis bajas para prevención básica en adultos con DT2 sin antecedentes de enfermedades cardiovasculares, este estudio plantea buenas preguntas para futuras investigaciones”.
Este hallazgo podría abrir nuevas puertas para mejorar la salud cardiovascular en personas con DT2. Sin embargo, los expertos insisten en que cada paciente debe consultar con su equipo médico antes de iniciar cualquier tratamiento. “El mensaje claro es colaborar directamente con el equipo de salud para decidir si los beneficios superan los riesgos”, concluyó Rodríguez.
Con información de American Heart Association
