En un mundo donde el SARS-CoV-2 aún acecha, mutando en las sombras como las variantes ómicron KP.2 o JN.1, las vacunas brillan como un faro de esperanza.
Seguramente has vivido la pandemia de COVID-19 de cerca: clases online, mascarillas obligatorias y noticias (verdaderas y falsas) sobre el virus. Hoy, en 2025, el SARS-CoV-2 sigue circulando en variantes como la ómicron y sus subvariantes, como KP.2 o JN.1. Ante esto, las vacunas han evolucionado para adaptarse a estos cambios, y se actualizan cada año.
¿Cómo funcionan las vacunas contra el COVID-19?
Imagina que tu cuerpo es un ejército y el virus, un invasor. Las vacunas “entrenan” a tus defensas (el sistema inmune) para reconocer y combatir al SARS-CoV-2 sin que te enfermes gravemente, y al igual que el box, antes de un combate se entrena luchando. Bajo estas premisas se desarrollaron varios tipos de vacunas: las de ARNm (como Pfizer o Moderna), que usan instrucciones genéticas para producir una proteína del virus; las de vector viral (como AstraZeneca o Janssen); y otras como Novavax, basada en proteínas. Todas han pasado pruebas en miles de personas antes de aprobarse, y se monitorean constantemente por agencias como la OMS, CDC y AEMPS (en España).
En 2025, las vacunas actualizadas apuntan a variantes recientes para ofrecer mejor protección. No evitan tanto las infecciones (nadie es invencible), pero sí reducen drásticamente las posibilidades de hospitalización y de muerte por la infección.
Las vacunas ¿Realmente funcionan?
Sí, y mucho. Los estudios muestran que las vacunas contra el COVID-19 son altamente efectivas para prevenir infecciones sintomáticas, hospitalizaciones y muertes. Aquí va un resumen con datos clave de ensayos clínicos y estudios reales (efectividad en el mundo real, que considera factores como variantes y comportamientos humanos):
| Tipo de vacuna | Eficacia contra infección sintomática | Eficacia contra hospitalización | Eficacia contra muerte | Fuente |
|---|---|---|---|---|
| ARNm (Pfizer/Moderna) | 90-95% (después de 2 dosis) | 94-96% | Hasta 96% | Metaanálisis de 25 ensayos clínicos (2021-2025) |
| Vector viral (AstraZeneca/Janssen) | 70-80% | 80-88% | 81-89% (varía por variante) | Estudios en España y OMS |
| Actualizadas 2024-2025 (contra ómicron KP.2/JN.1) | 40-50% contra infección | 70-80% contra hospitalización | >90% en grupos de riesgo | CDC y FDA, datos de 2024 |
Por ejemplo, en España, durante la ola delta (2021), las vacunas redujeron el riesgo de muerte en un 89% en mayores de 65 años. En 2025, con las fórmulas actualizadas, la efectividad contra variantes como JN.1 es del 81% para prevenir hospitalizaciones en vacunados completos. En Argentina, en 2022, las muertes por COVID en vacunados con esquema completo fueron 6-12 veces menores que en no vacunados. Y globalmente, en 2023, las vacunas evitaron más de 75.500 muertes solo en EE.UU.
En resumen: una persona vacunada tiene un riesgo mucho menor de acabar en el hospital o peor.
Los riesgos: hospitalización y muerte por las vacunas

Ninguna medicina es 100% libre de riesgos, y las vacunas contra el COVID no son la excepción. Pero los efectos graves ocasionaos por las vacunas son extremadamente raros, y mucho menos comunes que efectos graves que puede ocasionar el propio virus. Los casos de reacciones graves a las vacunas se monitorean en sistemas como el VAERS (EE.UU.) o el de la AEMPS (España), y los datos de miles de millones de dosis administradas confirman que los beneficios superan con creces los riesgos.
Los efectos secundarios más comunes son leves: dolor en el brazo, fiebre o fatiga (como un resfriado leve), y duran 1-2 días. Los efectos más graves, como hospitalizaciones o muertes, ocurren en menos de 1 por cada millón de dosis, en algunos casos, los efectos graves han ocurrido en personas que tenían enfermedades pre-existentes que no sabían que las padecían.
En un estudio de 99 millones de vacunados (2025), se observaron más casos de estos efectos que lo esperado antes de la pandemia, pero siguen siendo “muy poco frecuentes” (0,05% de dosis). No hay evidencia de “muertes masivas en jóvenes sanos” por vacunas; eso es un mito desmentido por chequeos independientes. En cambio, el COVID duplica el riesgo de infarto o ictus hasta 3 años después de infectarse, y hospitaliza a 916.300 personas al año en EE.UU.
Aquí una tabla con los hallazgos más destacados:
| Efecto adverso | Frecuencia aproximada | Descripción | Comparación con el COVID |
|---|---|---|---|
| Miocarditis/pericarditis (inflamación del corazón) | 100 casos por millón de dosis (más en varones jóvenes) | Suele ser leve; hospitalización de 1 día, recuperación total en >90% | El COVID causa 16 veces más casos |
| Trombosis (coágulos, con Janssen) | 4 por millón | Muy raro, solo en vacunas de vector viral | El virus multiplica el riesgo x2 – x4 |
| Anafilaxia (alergia grave) | 5 por millón | Reacción inmediata, tratable en minutos | No comparable, pero evitable con vigilancia |
| Muertes relacionadas | <1 por millón | Confirmadas solo en casos excepcionales (ej. alergias preexistentes) | El COVID causó >75.500 muertes en 2023 solo en EE.UU. |
¿Vale la pena vacunarse frente a los riesgos?

Absolutamente sí. Los expertos recomiendan para todas las personas mayores de 6 meses, especialmente si una persona es mayor de 65, embarazada, o tiene condiciones crónicas (como diabetes o inmunosupresión) o si es trabajador del sector de salud. En 2025, una dosis única actualizada basta para la mayoría, y se puede combinar con la vacuna de la gripe.
En España por ejemplo, de más de 40 millones de vacunados, los casos graves son mínimos, mientras que la mortalidad por COVID en no vacunados es hasta 30 veces mayor.
Beneficios clave:
- Las vacunas reducen hospitalizaciones en 70-90% de los casos.
- Las personas vacunadas fallecen mucho menos, 6-12 veces menos que los no vacunaos.
- Las vacunas evitan picos de contagio, protegiendo a la familia y comunidad.
- Vacunarse es mucho más seguro que infectarse: el COVID causa miocarditis 16 veces más a menudo.
El riesgo de complicación grave tras vacunarse es del 0,0001% Por COVID, es como sacar un 20 o peor. Estudios como el de Cochrane (2025) confirman: las vacunas reducen infecciones graves y solo aumentan levemente fiebres leves.
Fuentes:
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Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. (2024). COVID-19 vaccine effectiveness update. https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/vaccines/effectiveness.html
Cochrane Collaboration. (2025). Vaccines for preventing COVID-19 in healthy adults and children: A systematic review. Cochrane Database of Systematic Reviews. https://doi.org/10.1002/14651858.CD015678
Msemburi, W., Karlinsky, A., Knutson, V., Aleshin-Guendel, S., Chatterji, S., & Wakefield, J. (2023). The WHO estimates of excess mortality associated with the COVID-19 pandemic. Nature, 613(7942), 130-137. https://doi.org/10.1038/s41586-022-05522-2
Our World in Data. (2025). Coronavirus (COVID-19) deaths and excess mortality. https://ourworldindata.org/covid-deaths
Pifarré i Arolas, H., Acosta, E., López-Casasnovas, G., Lo, A., Nicodemo, C., Riffe, T., & Myrskylä, M. (2025). Global years of life lost to COVID-19. JAMA Health Forum, 6(1), e244585. https://doi.org/10.1001/jamahealthforum.2024.4585
The Economist. (2024). The pandemic’s true death toll. https://www.economist.com/graphic-detail/coronavirus-excess-deaths-estimates
Wang, H., Paulson, K. R., Pease, S. A., Watson, S., Comfort, H., Zheng, P., … & Murray, C. J. L. (2022). Estimating excess mortality due to the COVID-19 pandemic: A systematic analysis of COVID-19-related mortality, 2020–21. The Lancet, 399(10334), 1513-1536. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(21)02796-3
World Health Organization. (2025). Global COVID-19 vaccination strategy update. https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/covid-19-vaccines

